La concejal de Deportes del Ayuntamiento de Almería, María Vázquez, nos contaba el martes, en la Tertulia del Minuto 92, que dentro de unos días, cuando se cumplan diez años del final de los Juegos Mediterráneos Almería 2005 habrá un acto conmemorativo. Me alegro, porque la realidad es que, después de esos diez años, Almería 2005 es poco menos que una lejana historia ya casi olvidada.
Ayer, en la misma tertulia, le preguntábamos a Juanjo Aguilera, José Luis Pascual y Norberto López sobre lo mejor y lo peor que han dejado tras de sí los Juegos. Y las respuestas, en lo negativo, fueron bastante coincidentes: las infraestructuras no deportivas, que no llegaron con el evento, como sí lo hicieron las deportivas; y la poca repercusión que los Juegos tuvieron sobre la cultura deportiva de nuestra provincia.
Dicho de otro modo, los soterramientos, AVE’s, carreteras o grandes remodelaciones ciudadanas no llegaron a Almería, como sí llegaron el Estadio, el Palacio o ese Canal de Remo y Piragüismo que nunca debió hacerse y que hoy en día es un gran lago lleno de ranas, a pesar de haber sido la segunda inversión más cara de los Juegos.
Seguramente el hecho de haber tenido un máximo responsable sin nexo de unión directo con el tejido social y sentimental almeriense tenga bastante que ver en todo eso. Durante los preparativos de los Juegos, que contaron con un sensacional equipo profesional en la práctica totalidad de las áreas, se trabajó magníficamente en todas ellas, pero el máximo responsable de todo, el consejero delegado, se olvidó de activar otras que sirvieran para que en el día después, el año después, los diez años después, se siguiera notando el pulso del mayor evento que ha vivido esta tierra en toda su historia.
Sin duda, la promoción nacional e internacional de los Juegos y ese pensamiento al medio y largo plazo son las grandes fallas de un evento que todos recordamos con cariño, un evento que hizo que los almerienses nos sintiéramos importantes por diez días y que demostráramos que tenemos capacidad de unirnos, de trabajar conjuntamente y de identificarnos cuando hay algo que merece la pena.
Hoy día disfrutamos de unas instalaciones deportivas muy por encima del nivel que le corresponde a una provincia y una ciudad como Almería y eso es gracias a los Juegos. Teniendo ese patrimonio infraestructural, es una lástima que los Juegos no hayan dejado esa ‘cultura deportiva’ de la que hablaban ayer nuestros contertulios. Se trataba simplemente de darles contenido a esas instalaciones; contenido relacionado con los Juegos.
