RadioBlog: Minuto 92

Exceso de confianza y cura de humildad

Dijo Sergi Barjuán, tras el partido del domingo, que en el vestuario había advertido que podía pasar lo que finalmente pasó: es decir, que un partido que iba para set en blanco podía complicarse y acabar dando algún inesperado dolor de cabeza que otro.

El técnico catalán añadió que los dos goles y el juego de la última media hora habían supuesto una cura de humildad para su equipo y tanto durante la retransmisión de Radio Marca en Almería ayer, en la Tertulia del Minuto 92, hubo prácticamente unanimidad en un término de dos palabras: “exceso de confianza”.

Es el exceso de confianza un mal que se cura de forma sencilla y siempre a base de cabezazos contra la pared. Cuando el virus se apodera de un cuerpo humano, es difícil desalojarlo a base de éxitos y mucho más sencillo hacerlo a base de tropezones y rodillas sangrantes.

Llegado a este punto, habremos de convenir que el Almería ha tenido una importante suerte, puesto que su tropiezo no se ha dejado notar en su bolsa de puntos, sino simplemente en la fortaleza de los corazones del aficionado, que una vez más, tuvieron que sufrir a pesar de lo felices que se las prometían cuando el crono no había entrado en la media hora final.

El peligro de esta forma de encajar los golpes se llama ‘Pedro y el lobo’, es decir, que a los mismos futbolistas que cayeron en el “exceso de confianza”, a falta de una derrota, no les haya entrado la lección y todavía necesiten un golpe mayor para aprendérsela.

No cabe duda de que es trabajo del ‘míster’ conseguir que con lo del domingo sea suficiente, porque realmente es curioso ver cómo un equipo puede pasar, en apenas un cuarto de hora, de ser un misil a propulsión a no encontrar dónde se ha metido el campo contrario y mucho menos el freno defensivo.

Es cierto que se pueden manejar otros conceptos, como la falta de conjunción propia de las fechas, el cansancio físico por la pretemporada o la nómina de siete jugadores nuevos con los que formó Sergi ante el Leganés. Sin embargo, todos éstos son aspectos en los que en poco se diferencian el Almería y su rival, así como el resto de equipos de la categoría.

Pero como el fútbol se caracteriza tanto por su falta de memoria como por su nula paciencia, de lo que no cabe duda es de que en cinco días, en Zaragoza, iremos saliendo de dudas. O no.

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