Ya está el Almería en la siguiente ronda de la Copa del Rey. Y lo está porque anoche estuvo un poco más acertado que su rival desde el punto de penalti. Vale, con la profundidad de la plantilla que ha confeccionado el club y las ganas de verlos a todos en acción, había ansia de Copa y también de seguir adelante en la competición, aunque no estoy yo tan seguro de que jugar una prórroga y luego trasnochar con los penaltis sea lo más deseado y sobre todo lo más deseable para el conjunto rojiblanco.
¿Había ganas de Copa? Pues ayer se tomaron unas cuantas en el Mediterráneo. Hasta cerca de las once de la noche duró al incertidumbre de un match que tenía en las siete su hora de comienzo.
Conclusiones cada uno tendrá las suyas y enseguida le preguntamos a nuestros profes y luego a nuestros tertulianos del Minuto 92 pero, de momento, viendo el marcador final, a uno le vuelven a llamar la atención los tres goles encajados, por segunda vez en lo que va de temporada, que está como quien dice desperezándose, y los problemas en defensa.
No le tiene cogido el truco Sergi Barjuán a eso que los modernos y los que se las dan de técnicos llaman ‘automatismos’. Dos goles frente al Leganés, tres frente a Zaragoza y Elche y uno más con Osasuna hacen un total de nueve en cuatro partidos, a más de dos de media.
Nótese, seamos justos, que en esta ocasión el equipo rojiblanco jugó muchos minutos con un hombre menos y eso le da valor al hecho de que lograra llevarse la victoria final, pero está claro que, con el potencial que tiene y que está demostrando arriba, es una lástima tanto sufrimiento simplemente por el hecho de que atrás no termina de haber eso que se suele definir como conjunción.
Viendo el vaso medio lleno, es indudable que es bastante más fácil que un equipo que encaja goles trabaje para dejar de hacerlo que convertir en goleadora a una plantilla que no tiene puntería. Pero, mirando nombre por nombre, está claro que Sergi ha construido un equipo mirando más a la portería rival que a la suya: laterales todos muy ofensivos, sólo dos centrales con experiencia y otros dos recién llegados a la elite y, de ahí hacia arriba, mucha pólvora, rapidez, habilidad y verticalidad.
No es de extrañar, así, que cada vez se escuche con más fuerza la posibilidad de que, en realidad, lo que Sergi pretenda sea que jueguen juntos, como doble pivote, Fatau y Lolo Reyes. De momento no está claro, pero es posible que el domingo en Lugo pueda verse desde principio de partido.
