Un vistazo rápido al partido de ayer ante el Zaragoza, nos evidencia que en el Almería hay jugadores que están ‘in’ y otros que están ‘out, algunos que ‘on fire’, que están en el lío, en el jaleo, en el tema, mientras que otros se han bajado del carro o no han llegado estar encima de él.
Entre los que estan metidos, para mí hoy por hoy el número uno es Casto, un guardameta tremendamente discutido en su primera campaña en Almería, pero que hoy por hoy no sólo es el jugador que más puntos le ha dado al equipo, sino que supone un plus de tranquilidad que hacía mucho tiempo que no se conocía en el Almería.
Hay más jugadores que están ‘in’. Indudablemente, Quique González es otro de ellos, por sus goles, por su entrega, por su efectividad, por su polivalencia y porque ofrece constamente la impresión de que da el máximo rendiimiento en todas sus acciones. También es destacable el papel de otros integrantes del plantel, desde la seguridad en la medular de Borja Fernández hasta la solvencia ofensiva y defensiva de Marco Motta; desde la sobriedad del recuperado Morcillo hasta la profesionalidad y saber hacer de Kalu Uche.
A ellos habría que unir a otros dos que no están jugando últimamente debido a sus problemas físicos, como Ramón Azeez y José Ángel Pozo, que siempre que lo han hecho han cumplido y que, en la opinión de este humilde cronista, deberían ser titulares incluso estando lesionados; y uno que se perdió el choque de ayer por sanción y bien que lo notó su equipo, como el canterano Joaquín Fernández.
En el lado opuesto, el de los jugadores que están ‘out’, afortunadamente cada día hay menos actores, pero aún sigue habiendo algunos. El partido de ayer, por ejemplo, demostró que la viva figura de ese grupo de jugadores que no termina de estar en dinámica es Pape Diamanka. Al senegalés se le recuerda únicamente un partido decente con la elástica rojiblanca, el de la primera vuelta en Girona; y ayer dio todo un cursillo acelerado de lo que no puede permitirse nunca un futbolista, con una imprecisión detrás de otra, regalo de balones como si en lugar de un partido aquello hubiera sido un mercadillo y una falta de intesidad intolerable en un equipo profesional.
Tampoco Antonio Puertas es el de la primera vuelta, aunque al de Benahadux no se le puede achacar en absluto falta de entrega, que es lo mínimo que se le puede pedir a un futbolista, pero que no todos están dispuestos a dar.
Y en el grupo de los que pueden dar mucho más está, por excelencia, Fidel Chaves. Ya la semana pasada avisamos algunos en la Tertulia del Minuto 92 de que su actitud no es la correcta y ayer todo ello se corroboró a la máxima potencia. Y no sólo por su absurda y sangrante expulsión, sino porque Fidel sigue dando un porcentaje muy bajo de sus posibilidades, porque no termina de asumir que la defensa no es un expediente X o un trabajo reservado a otros y porque no termina de sacarle el máximo rendimiento a una calidad que se le va derramando por el campo.
Con Fidel entregado, Diamanka en el banquillo y Joaquín, Pozo y Azeez recuperados, se me hace difícil pensar que el Almería no ate lo antes posible la permanencia. Aunque claro, quizás todo esto sea demasiado pedir.
Entre los que estan metidos, para mí hoy por hoy el número uno es Casto, un guardameta tremendamente discutido en su primera campaña en Almería, pero que hoy por hoy no sólo es el jugador que más puntos le ha dado al equipo, sino que supone un plus de tranquilidad que hacía mucho tiempo que no se conocía en el Almería.
Hay más jugadores que están ‘in’. Indudablemente, Quique González es otro de ellos, por sus goles, por su entrega, por su efectividad, por su polivalencia y porque ofrece constamente la impresión de que da el máximo rendiimiento en todas sus acciones. También es destacable el papel de otros integrantes del plantel, desde la seguridad en la medular de Borja Fernández hasta la solvencia ofensiva y defensiva de Marco Motta; desde la sobriedad del recuperado Morcillo hasta la profesionalidad y saber hacer de Kalu Uche.
A ellos habría que unir a otros dos que no están jugando últimamente debido a sus problemas físicos, como Ramón Azeez y José Ángel Pozo, que siempre que lo han hecho han cumplido y que, en la opinión de este humilde cronista, deberían ser titulares incluso estando lesionados; y uno que se perdió el choque de ayer por sanción y bien que lo notó su equipo, como el canterano Joaquín Fernández.
En el lado opuesto, el de los jugadores que están ‘out’, afortunadamente cada día hay menos actores, pero aún sigue habiendo algunos. El partido de ayer, por ejemplo, demostró que la viva figura de ese grupo de jugadores que no termina de estar en dinámica es Pape Diamanka. Al senegalés se le recuerda únicamente un partido decente con la elástica rojiblanca, el de la primera vuelta en Girona; y ayer dio todo un cursillo acelerado de lo que no puede permitirse nunca un futbolista, con una imprecisión detrás de otra, regalo de balones como si en lugar de un partido aquello hubiera sido un mercadillo y una falta de intesidad intolerable en un equipo profesional.
Tampoco Antonio Puertas es el de la primera vuelta, aunque al de Benahadux no se le puede achacar en absluto falta de entrega, que es lo mínimo que se le puede pedir a un futbolista, pero que no todos están dispuestos a dar.
Y en el grupo de los que pueden dar mucho más está, por excelencia, Fidel Chaves. Ya la semana pasada avisamos algunos en la Tertulia del Minuto 92 de que su actitud no es la correcta y ayer todo ello se corroboró a la máxima potencia. Y no sólo por su absurda y sangrante expulsión, sino porque Fidel sigue dando un porcentaje muy bajo de sus posibilidades, porque no termina de asumir que la defensa no es un expediente X o un trabajo reservado a otros y porque no termina de sacarle el máximo rendimiento a una calidad que se le va derramando por el campo.
Con Fidel entregado, Diamanka en el banquillo y Joaquín, Pozo y Azeez recuperados, se me hace difícil pensar que el Almería no ate lo antes posible la permanencia. Aunque claro, quizás todo esto sea demasiado pedir.
