Esperar tiene sus consecuencias. El Almería, que lleva desde que acabó la temporada intentando encontrar la mejor opción para su delantera, está viendo cómo la mayoría de atacantes consolidados en la categoría ya tienen acomodo. Jona firmó por el Córdoba, David Rodríguez por Osasuna, Joselu por el Granada, Barral por el Cádiz, Guillermo por el Numancia o Casadesús por el Tenerife. Jóvenes valores como Borja Iglesias, máximo goleador del Celta B, también encontraron cobijo, sin olvidar que la mayor garantía rojiblanca de gol, Quique González, abandonó el barco andaluz para irse a Osasuna y que Dani Romera está a punto de fichar por el Cádiz.
Esta tesitura hace que la dirección deportiva encabezada por Miguel Ángel Corona tenga que echar el resto para hacerse con lo poco que queda en el mercado. Ortuño, De Tomás o Caballero son algunos de los nombres que siguen merodeando por el entorno almeriense, y todo hace indicar que, si ninguno de ellos ficha finalmente por el conjunto de Luis Miguel Ramis, habrá que buscar en otras categorías de nuestro fútbol o, incluso, fuera de nuestras fronteras.
Los casos de Ortuño o De Tomás son más complicados. Los jugadores, con juventud y buenos números, están esperando la llamada de un Primera División. Hacerse con sus servicios solo sería posible una vez descartasen esta vía. Caballero, tras una discreta temporada en Lugo, es el anhelo rojiblanco, y es que ya estuvo a punto de llegar al Mediterráneo el pasado mercado invernal. El ariete, que llegaría libre, es la opción más viable. No debería ser la única, y es que, tras la marcha de Quique, Hicham es el único delantero que hay en la plantilla ahora mismo. Corona se está viendo ante su primera gran dificultad como director deportivo.
