Dudas. Eso es lo que sigue generando la UD Almería. Fran Fernández parece ser el único entrenador que nos pone a todos de acuerdo. Bueno, a todos no. Alfonso García prefirió apostar la temporada pasada por Ramis y esta vez ha hecho lo propio con Alcaraz, sin dar lugar a que nadie se haga ninguna ilusión por la continuidad del entrenador del filial, un señor de pies a cabeza que cuenta con todos los ingredientes para ser apetecible: almeriense, joven, periplo exitoso desde las bases al primer equipo, honesto y transparente en ruedas de prensa.
Pero lo más que parece ganarse es el desprecio de los García. Más en concreto de los Alfonsos, que son los que mandan de momento, que se sepa. El aprecio y la confianza de estos es, hasta quién sabe cuándo, para Lucas Alcaraz, que vuelve con el fin de intentar devolver al equipo a la competitividad. A salvar los muebles, vamos, tras años a la deriva en los que nadie consigue enderezar el rumbo del barco.
No tenemos muchos, es algo latente, la sensación de que sea la mejor opción. Pero, como dijo Fran, es lo que hay. Y lo que tiene este club es un presidente que -si me lo permite y con todo el respeto- lleva años tomando el pelo a propios y extraños. El entrenador colocado tendrá un papelón, con un vestuario que Ramis dejó dividido y que pareció unirse el viernes ante el Zaragoza. ¿Habrá unión o división en Barcelona? ¿Y en Granada? ¿Y ante el Tenerife? Esta UDA es imprevisible, falta saber si se le puede exprimir el jugo que se le presupone.
Lucas Alcaraz tendrá la portería bien cubierta pero trabajo en la defensa, donde seguramente Morcillo sea también importante para él cuando vuelva a estar disponible. El resto, más dudas: Motta o Fran o ambos por la derecha, primera cuestión. Nano sigue sin competencia en la izquierda pero que no se relaje, que Pervis es conocido y del gusto del entrenador granadino. Owona y Trujillo seguirían teniendo papeles secundarios pero vete a saber. Y Joaquín, ¿será central o jugará más de pivote? Esto último dependerá mucho de las bajas en cada línea, así como el concurso de Mandi y Rubén parece asegurado mientras no estén a tope Verza y Tino.
Lo que me aterra es pensar que Pozo pierda el protagonismo que se ha labrado esta temporada. En menor medida que Gaspar vuelva al ostracismo o que Fidel siga sin aparecer. Sin Caballero arriba, todo lo que sea que Juan Muñoz se siga ganando el puesto ante Hicham será el camino para creernos que tenemos delantero. Pocas aficiones tan pacientes y condescendientes como la nuestra. Por favor, alégrennos el día
