El equipo entrenado por Fran Fernández sólo ha marcado un único gol en los tres partidos disputados hasta ahora
Es cierto que el equipo ha mantenido una cierta estabilidad en su juego en estos primeros duelos de la temporada, si tenemos en cuenta que es un equipo totalmente en formación con hasta 17 caras nuevas en sus filas y un entrenador nuevo, aunque de la casa, que intenta establecer su filosofía en el club. Esta estabilidad en el juego se refiere más bien a las buenas sensaciones generalizadas que el equipo ha tenido, sobre todo en el partido contra el Tenerife, en las dos últimas jornadas disputadas, algo que ha sido reconocido por la afición.
Aun así ya se sabe que las buenas sensaciones no ganan partidos y que el equipo debe empezar a ganar partidos si no quiere verse en la misma situación que la pasada temporada e intentar luchas por algo más. Por su puesto uno de los problemas que resaltan en el Almería, al igual que en muchos equipos cuando se encuentran en la situación de que tienen buenas sensaciones y compiten bien pero no ganan, es la falta de gol. Y no será por falta de ocasiones, ya que aunque en los partidos contra Cádiz y Tenerife no tuvieron tantas ocasiones claras, contra el Málaga si que tuvo varias bastante claras, pero no supieron definir o no hubo suerte.
El aficionado almeriense echa en falta un gran ariete o punta de lanza, con gol, y con verdadera presencia en el área rival. Ya lo demandaron a la dirección técnica, esperando que llegara un fichaje de nivel para la vanguardia que nunca llegó, y más si cabe cuando parecía segura la salida de Pablo Caballero. La situación ha cambiado para él de manera drástica, llegando a ser convocado e incluso a tener minutos tanto en el partido contra el Tenerife como contra el Málaga, en parte debido a su buen rendimiento en los entrenamiento que hizo a Fran Fernández pensárselo dos veces antes de apartar o dejar salir a este jugador.
Una cosa son los entrenamientos y otra los partidos oficiales, en los que Caballero no ha respondido aun con goles a su entrenador y parece seguir en la misma forma que el pasado curso, en el que solo consiguió anotar tres tantos. Tampoco ha respondido una de las nuevas incorporaciones, Sekou, que procede de la cantera y al que su entrenador le ha dado la confianza necesaria para asentarse en el primer equipo.
Ahora las esperanzas de la UD Almería recaen en jugadores de segunda línea recién incorporados o que no tienen ese perfil de delantero centro puro pero pueden aportar goles, como pueden ser Álvaro Giménez, que ha estado jugando en la posición más adelantada en los últimos encuentros, o el extremo Narváez, que consiguió anotar hasta cinco goles en su período de cesión en el Córdoba la pasada temporada, ayudando en gran medida a la salvación del equipo califal.
