El joven mediocentro del filial Berja CF pero habitual en el primer equipo celeste, actuó por primera vez en Santo Domingo y además como titular
De todo lo que rodeó al compromiso en el que el Club Deportivo El Ejido perdió por 0-2 frente al San Fernando CD, al menos hubo un aspecto positivo como fue el debut delante de la afición afición ejidense de uno de los jugadores celestes, siendo el caso de Alejandro Marcelo, con ficha en el filial Berja CF aunque habitual en los entrenamientos de la primera plantilla, que además comenzó formando parte del 11 inicial, disputando los primeros 59 minutos de un partido que ha dado mucho de qué hablar.
El sevillano admitió en la rueda de prensa posterior que “la verdad es que el vestuario está roto, ahora mismo es un momento duro para todos, son dos derrotas seguidas en casa que no esperábamos y cuando ha acabado el partido nadie hablaba, todos con la cabeza baja. Veníamos de Ibiza con muchas ganas de ganar estos dos partidos, sabíamos que si sacábamos dos resultados positivos nos meteríamos en la zona ”, y ahora “toca pasar página y mañana será otro día”.
Sin duda, el centrocampista del CD El Ejido vio como clave que “la primera parte ha estado marcada por la determinación en el área, hemos empezado con 15 o 20 minutos muy buenos, con llegadas al área con peligro, con la ocasión clarísima de Javilillo que hubiese cambiado el partido, el rival te llega una vez, la mete y ya a remar contra corriente todo el partido. El equipo no ha mostrado reacción, no hemos tenido fluidez para conectar tres pases seguidos y la segunda parte empieza con la jugada desafortunada del resbalón, luego te quedas con 10… la verdad es que era muy complicado”.
Por último, Marcelo comentó que “yo venía con unas ganas tremendas desde que me enteré que iba a ser titular, había tenido la oportunidad de jugar en Segunda B pero nunca en Santo Domingo, todos los partidos que he jugado han sido fuera de casa y este era el primero que iba a pisar Santo Domingo”, confesando que “mi familia iba a estar aquí unos días, que llevaba mucho tiempo sin estar con ellos, era el día perfecto”, encontrándose “jodido de que no haya salido bien la cosa”.
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