Ambos equipos están lejos de sus respectivos objetivos del inicio de temporada
El próximo domingo a las 18 horas, la UD Almería B jugará el primer partido desde que matemáticamente certificara su descenso a la Tercera División, cayendo el pasado fin de semana 1-2 contra el CD Badajoz, lo que hace que, en las cuatro jornadas que restan para el desenlace liguero, tenga como meta el acabar la campaña de la forma más honrosa posible.
Tal situación sería sumar algunos puntos más de los 22 que atesora el plantel rojiblanco, colista, afrontando la trigésimo quinta jornada, tres puntos por debajo del decimonoveno y penúltimo, el cual, tiene el golaveraje particular ganado a los discípulos de Esteban Navarro, quienes deberían remontar cuatro puntos para adelantar al Club Atlético Malagueño.
Otro ‘debe’ pendiente de pagar el filial almeriense es estrenar el casillero de victorias a domicilio, pues en lo que va de liga todavía no ha vencido fuera, siendo el único conjunto de la competición que no lo ha hecho y el balance es de dos empates y 15 derrotas, si bien su nuevo adversario no anda fino en casa, tratándose del Real Murcia CF, que lleva un solo triunfo en los últimos cuatro meses.
Los pimentoneros llegarán a la cita de haber superado 1-2 al FC Jumilla, situados en la undécima plaza con 44 puntos, a dos de la duodécima, la décima y la novena, así como a tres de la decimotercera, muy lejos de la zona de ascenso, teórico objetivo al iniciar esta temporada tan complicada en lo deportivo, lo institucional y en lo económico. En la primera vuelta, la UDA B perdió 1-3 ante el cuadro murciano, que aún no se ha asegurado la salvación pero la obtendría en caso de imponerse en el Estadio Nueva Condomina.
