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BLOG DE PACO FCO. MARTÍNEZ GÓMIZ: «El éxito de Rafa Nadal»

BLOG DE Francisco Martínez Gómiz

Es evidente que estamos frente al mejor deportista español de la historia y unos de los mejores de todos los tiempos en el mundo del tenis. Puede parecer que este decimo noveno Gran Slam (diecinueve, se dice pronto, recordad que sólo hay 4 por temporada) ha sido fácil por las tempranas eliminaciones de otros grandes de la raqueta como son Djokovic y Federer, nada más lejos de la realidad. En una final épica, frente a un rival once años más joven y que supo cambiar la táctica del partido para llevarlo al quinto set, la mentalidad ganadora de Rafa volvió a imponerse frente a un jugador que era la primera vez que se veía en este escenario.

A menudo me consultan si tan importante es la psicología en el deporte y siempre les doy la misma respuesta; tu rival entrena las mismas horas que tú, tu rival estudia las mismas tácticas que tú, tu rival controla su alimentación, como lo haces tú, tiene su equipo médico, como tú pero hay algo que tú haces que (a lo mejor) el rival no hace y es el entrenamiento mental. En un deporte superprofesionalizado los pequeños detalles marcan la diferencia, elegir el golpe ganador en un tie break o remontar 2 puntos abajo cuando estás al borde de la pérdida de tu saque, por ejemplo, precisa de años de entrenamiento.

Nadal es el ejemplo más avanzado de que con una mentalidad fuerte puedes conseguir pelear tus objetivos. Probablemente no tenga el mejor saque del circuito ATP, ni la mejor volea, ni el mejor drive, pero tiene una tenacidad a prueba de bombas, una voluntad férrea y una capacidad de sacrificio que otros consideraríamos inhumana. Gracias a todos estos valores ha conseguido llegar al Olimpo del tenis.

Educado y entrenado por su tío Toni desde que era un crío, ha conseguido forjar a un campeón a fuego lento, en una cultura espartana donde el entrenamiento era sagrado fuese el día que fuese y la hora que fuese. Donde las victorias eran celebradas con mucha mesura, sin grandes alardes y donde las derrotas se aprovechaban para analizar los puntos de mejora de Rafa.

Hay muchos factores que pueden explicar el éxito de Rafa Nadal pero estaría incompleto sin la figura de su tío Toni. Probablemente muchos de nosotros como padres no hubiéramos aprobado ciertas técnicas/tácticas que Toni ha utilizado con Rafa a lo largo de estos años. Citar a Rafa a las 8:00h para entrenar y que Toni apareciera a las 10:00h, o que siempre tuviera que quedarse el último para recoger todas las bolas de la pista o que no se celebrase su primer campeonato de España para que no se le subiera el éxito a la cabeza al niño, todo esto a más de uno le hubiera “chocado” y hubiera retirado a su hijo de un entrenador tan particular.

Pero con Rafa no ha ocurrido, es cierto que es familia directa pero jamás los padres del chico se han entrometido en la educación deportiva que Toni le estaba inculcando a su discípulo.

No quejarse de la pista, de las bolas, no discutir una decisión del juez árbitro, salir corriendo al final del partido para estrechar la mano del contrincante, felicitarlo si te ha ganado tanto en privado como en público, etc, son algunas de las características del entrenamiento que ha recibido Rafa durante años, muchos años.

Su ritual de bote de la pelota antes del saque le permite concentrarse, olvidar lo que ha ocurrido en el punto anterior y luchar hasta la extenuación el siguiente punto, independientemente de cómo vaya el partido. Rafa no se va a dejar llevar nunca por el marcador (a favor o en contra) porque sabe que se volvería un jugador terrenal al que muchos jugadores del circuito podrían ganarle. Él te obliga a ganarle los puntos, a que los luches con la misma o más intensidad de la que él mismo pone en juego. Rafa te lleva a tus límites cómo jugador, tanto físicos como mentales y es ahí donde comienza a ganar sus partidos.

Ningún jugador del circuito quiere enfrentarse a él porque sabe que va a explorar los límites del adversario y te va a exigir estar al 120% para poder disputarle el partido. La entrega y el sacrificio que derrocha en sus entrenos luego los traslada a la pista no dando un punto por perdido aunque el resultado sea 40-0 en su contra.

La confianza en sí mismo, la naturalidad en las derrotas (si, también pierde, pero no le echa la culpa a la pista, al árbitro o al viento, como sí ocurre en otros deportes) ensalza el juego del rival y se emplaza a entrenar más fuerte para mejorar sus errores. Esto es fruto de muchos años de entrenamiento y mentalización que muy probablemente otros jugadores no hubieran completado debido a las “extrañas” tácticas de su tío Toni.

Cuando Toni ha considerado que su trabajo de formación (a todos los niveles) ha concluido, ha dado un paso al lado y Rafa ha creado una nueva estructura profesional con un paisano que sabe de qué va esto como Carlos Moya (fue número 1 en el ranking ATP).

Pese a conseguir todos los resultados que ha conseguido en su carrera profesional sigue entrenándose como cuando era un juvenil, sabe que si baja su intensidad en los entrenos los rivales tienen más opciones de ganarle, sigue con su disciplina de trabajo, sacrificio y respeto y estoy completamente seguro de que, debido a su carácter, el día que no encuentre la motivación suficiente para seguir entrenando duro dará una rueda de prensa y nos comunicará que deja el tenis. Sin aspavientos, sin grandes festejos, dejará de hacer lo que tanta gloria le ha aportado pero no será un drama, buscará otra fuente de inspiración para seguir con la misma filosofía que en el mundo del tenis, pasión y entrega.

Mientras llega ese momento disfrutemos de uno de los iconos mundiales del deporte que ha trascendido desde el mundo del tenis a ídolo de masas. Difícil encontrarte a alguien que no sepa identificar a Rafa pese a que no seas seguidor de este deporte.

Se marcará nuevos retos, luchará por ellos sin descanso, se emocionará si los consigue porque sólo él y su equipo saben las horas de entrenamiento que precisa un logro de estas características y si no lo consigue felicitará al campeón y se emplazará para volver a enfrentarse a él y tratar de superarlo, una batalla continua.

El deporte ayuda en la formación de la persona y el caso de Rafa Nadal es una muestra de ello. Sacrificio, comunicación, entrega, respeto, agradecimiento, resiliencia…., si las emociones se experimentan es más fácil trabajarlas. Por eso el deporte es tan beneficioso no sólo a nivel físico sino como vehículo de educación integral de las personas. Gracias Rafa.

P.D: Hemos conocido esta semana el fallecimiento de otra gran deportista de nuestro país como es Blanca Fernández Ochoa. Pionera de un deporte que en España apenas tiene presencia en los medios de comunicación y en número de fichas federativas. Consiguió hacerse un hueco en el Olimpo de los deportistas al ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de invierno. No voy a comentar las causas que han llevado a este trágico desenlace pero, bajo mi punto de vista, deberían existir programas de “reciclaje” de deportistas profesionales tras su retirada en activo. Programas que les aporten los conocimientos y competencias necesarias para incorporarse de forma efectiva a la vida laboral. Que tras la etapa deportiva profesional pudieran reenfocar su vida y reorientarse hacia nuevos retos esta vez en el ámbito del trabajo en vez de en el ámbito deportivo. Ofrecerle mayores posibilidades para desarrollarse en una vida alejada del deporte y de los grandes focos mediáticos. Descansa en Paz, campeona.

 

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