Iván Balliu vive durante estos días centrado en el plan físico que los jugadores de la UDA tienen asignado y en seguir con atención toda la información referente a la crisis sanitaria. El lateral rojiblanco indicó que «he tenido la suerte de que no conozco a ningún afectado ni en la familia ni en los amigos. Soy padre desde hace un año y cuando tienes un hijo te cambia la manera de ver la vida, siempre miras por él y cuando me toca ir al súper me pongo guantes y mascarilla, además de desinfectarlo todo. Hay momentos duros en los que el niño se cansa de estar dentro, aunque tenemos jardín para jugar fuera si el tiempo acompaña. Él no es consciente y es más fácil de llevar que con un niño un poco mayor. Llevamos una rutina de que se despierte como si fuera a la guardería, un poco como podemos. Ya no sé ni qué ponerle en la tele, he visto todos los dibujos, jugado y pintado a todo».
En el plano deportivo, el internacional albanés apuntó que «mi opinión de lo que leo, a veces incluso me pongo nervioso, es que en el campo se juegue lo que cada equipo se merece. Son once partidos, tampoco son muchos, y si hay que jugarlos en verano yo quiero jugar y cuanto antes, mejor». Además, recordó que «en mi caso tengo dos años de contrato, pero si a alguno le caduca el alquiler lo acogería en casa porque me sobra una habitación. Que me cocine y gratis».
Sobre la polémica de que pudiesen ascender sólo dos equipos, Balliu fue claro afirmando que «estoy de acuerdo con Petrovic en esto. Esa opción me hace sufrir porque no tiene ningún sentido que suban dos si siempre han subido tres. Casi siempre hemos estado entre los dos primeros y por una mala racha bajamos a la tercera, por eso no le encuentro sentido».