DestacadasRadioblogRadioBlog: Minuto 92

#RadioblogMinuto92: Más que un personaje clave en nuestro baloncesto, un grandísimo amigo

#RadioblogMinuto92: Más que un personaje clave en nuestro baloncesto, un grandísimo amigo, por Víctor J. Hernández Bru. 

Ha pasado más de un día desde que recibí la noticia y, la verdad, sigo experimentando la misma sensación desde que el WhatsApp de mi teléfono me sometió a este cruel zarandeo. Y sigo con esa sensación, muy extraña en mí, de no saber ni qué hacer, ni qué decir, ni qué escribir.

Anoche comentaba con un amigo que de Pascual Sánchez Amador podía esperarme cualquier noticia salvo su fallecimiento. Y claro que es cierto que una persona con 68 años es susceptible de marcharse; en realidad, todos lo somos. Pero Pascual era un tipo con tal vitalidad que cuesta trabajo pensar que se haya ido.

A Pascual lo conocí, aunque él a mí no, hace ya muchos años, en uno de esos momentos de su vida en los que él antepuso sobradamente el bienestar de sus amigos y el porvenir del deporte a sus intereses particulares. Yo era un niño que jugaba a baloncesto en La Salle y él un tipo que arriesgó mucho más de lo razonable porque aquel proyecto de baloncesto, su vida, saliera adelante. Y no salió. Y a punto estuvo de llevárselo por delante.

Cualquiera hubiera dicho: a partir de ahora, al baloncesto ni para ir a coger billetes de 500. Él no. Una década después, me lo encontré en El Ejido. Él como un mero espectador que acudía a ver los partidos de su hijo, que por cierto, ha heredado de él esa extraña fascinación por hacer cosas por los demás. Qué orgullo sentirá siempre por vosotros, Carmen, Pascu.

Allí empecé a conocerlo a fondo y a enamorarme de él. Ayer le comentaba a Carmen, su mujer, que no he conocido nunca a nadie que hablara mal de él, que se sintiera decepcionado con él, que relatase algún episodio en que Pascual hablara mal de alguien. Siempre una buena palabra, siempre dispuesto a ayudar, siempre trabajando en la sombra, huyendo del protagonismo, pero no sólo para su gente, para sus innumerables amigos, sino para cualquiera al que viera necesitado.

Ayer, me perdonarás que lo cuente, su hijo Pascual me dijo que, dentro de lo horrorosamente mal que se sentía, al menos esto había servido para que pudiera reencontrarse con tantos amigos, alejados por el maldito Covid.

Fíjate, Pascu: estoy seguro de que tu padre, desde donde esté escuchándonos, habrá pensado lo mismo.

Sólo una cosa más: gracias, Pascual. Tú ya sabes por qué.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Verificado por MonsterInsights