Los futbolistas se negaron a dar declaraciones tras caer derrotados en Cartagena y dejaron sólo al técnico para dar explicaciones, molestos por las noticias aparecidas en los últimos días.
La ‘Ley del Silencio’ que la UD Almería puso en marcha hace tres meses vivió anoche un capítulo especial. Los jugadores no hacen declaraciones desde la semana previa a la visita a Girona en la que se decidió cortar la comunicación para que los jugadores «se centrasen» en un tramo decisivo de la temporada. De forma puntual, y también tras los partidos, han venido atendiendo a los medios oficiales del club, posibilidad que se le ha coartado al resto de medios.
Ayer, tras la derrota en Cartagonova, los futbolistas decidieron no pronunciarse tampoco ante la radio de su propio club y dejar que fuese sólo el técnico, Rubi, el que compareciese, algo, por otra parte, obligatorio en las normativas de la Liga de Fútbol Profesional. La dura derrota, la pésima imagen ofrecida y el que haya salido a la luz pública el enfrentamiento entre Sadiq y Makaridze fueron los motivos para que los futbolistas esquivasen los micrófonos.
La medida, que aún se desconoce si tendrá algún tipo de repercusión, viene a confirmar que el vestuario rojiblanco pasa por un momento muy delicado en el que varios grupos de futbolistas parecen dispuestos a ‘hacer la guerra por su cuenta’ en estas últimas jornada del campeonato. Al no requerir la operadora de televisión ningún protagonista, los jugadores salieron de Cartagonova sin dar una sola explicación.
Curuiosamente, el pasado domingo Brian Rodríguez se saltó esta ‘Ley del Silencio’ para hablar con la televisión de su país y pese a que será sancionado, viajó a Cartagena e incluso tuvo algunos minutos de juego. El cuerpo técnico considera que es un jugador que puede ser válido de cara a los play off y no quiere descartarlo definitivamente.
