VÍDEO BLOG #Minuto92: Llega la situación que nadie deseaba siquiera imaginar, por Víctor J. Hernández Bru.
Ya está aquí el momento que nadie pensaba que podría suceder o, al menos, que nadie quería creer que podría llegar: el Almería afronta el final de Liga sin tener asegurada la disputa del play off.
Habrá tiempo más que de sobra para analizar lo que ha pasado en los tres últimos meses de competición y lo que ha sido la temporada en sí, pero la realidad es que para un equipo que consideraba un fracaso no lograr el ascenso directo, disputar la última jornada del campeonato regular sin haber atado el play off y evidenciando ser el conjunto con peor estado de forma de todos los que aspiran a él es, desde luego, un golpe muy inesperado.
Aunque todavía puede pasar de todo, la realidad es que hoy por hoy es imprescindible ser muy muy forofo para apostar un duro por el ascenso del Almería, básicamente porque si el Girona parece venir desde atrás como un avión, otros equipos como Leganés, Rayo o Spórting son bólidos al lado de una UDA con pinta de triciclo a pedales en estos últimos compases de la temporada.
A fuerza de ser sinceros, esto no tiene mucho que ver con Rubi, puesto que cuando el catalán llegó al Mediterráneo, el equipo andaba ya con respiración asistida, aunque la realidad es que el hoy técnico rojiblanco no ha supuesto, ni mucho menos, ningún tipo de aporte positivo para el cuadro almeriense.
Explicar ahora que quedan finales, que hay que darlo todo, que hay que ir todos a una o que estamos todos en el mismo barco es echar mano de un ramillete de tópicos de los que a la gente del futbol ya le provoca dolor de cabeza, pero la realidad es que no queda otra que encomendarse a la épica, después de un año en el que, desde el segundo mes de competición, todas las miradas y expectativas estaban depositadas en el cambio de categoría.
Repito, para analizar qué es lo que ha pasado habrá tiempo, pero hoy por hoy no podemos dejar pasar la oportunidad de lamentar como un club, un equipo que lo tenía todo para ascender, ha dejado que sus rivales para el play off estén ahora en disposición de terminar esa operación imposible que, hace meses, era comerle la tostada.
Por cierto: digo todo esto consciente de que en pocos días podemos estar hablando de un Almería de play off y, posteriormente, de Primera. Nada me haría más feliz que equivocarme, pero hoy me da la impresión que, de los cinco equipos que optan a meterse en la liguilla, la UDA es quien llega peor al final del campeonato.
