VÍDEO BLOG #Minuto92: Un torrente irrefrenable de recursos, por Víctor J. Hernández Bru.
El Almería ha vuelto a regalarnos, este fin de semana, esa imagen de equipo imparable, que gana porque no puede perder, porque su nivel parece a años luz del de sus rivales, porque su entrenador ha logrado sumar orden, seriedad y planificación a algo que ya venía de serie y que es ese torrente irrefrenable de recursos en todos los sentidos, pero sobre todo en ataque.
Rubi ha logrado construir un equipo sólido, riguroso, con oficio, que complementa a la perfección a esa amalgama de recursos que lo convierten en imparable. Como dijo el técnico el sábado en la rueda de prensa post partido, el equipo posee una estructura defensiva que hace que los rivales prácticamente pasen desapercibidos en el plano ofensivo; y eso a pesar de la escasez de efectivos, por ejemplo, en el centro de la defensa, donde hoy por hoy el catalán sólo tiene dos centrales puros, complementados por un Martos que no está teniendo prácticamente opciones.
Pero a esa parcela se unen los laterales, que están cada día mejor, y una pléyade de jugadores de mediocampo con una vocación de rigor y sobriedad fundamental para los éxitos del equipo, con un De la Hoz que se ha convertido en la piedra sobre la que se edifica el juego de delante y de atrás, un Samu Costa que parece haber ganado diez años de experiencia en un verano y un Robertone que fue el mejor en el arranque liguero y que lo va a volver a ser.
Y dicho esto, obviamente también hay que hablar de lo que brilla, de lo que convierte los partidos en un espectáculo de luz y color, esa zona final del equipo donde designar a cuatro jugadores para que sean los titulares es, al mismo tiempo, la gran dificultad y también lo menos importante, porque en muchas ocasiones, ya en muchos partidos, terminan decidiendo y rayando a más altura los que llegan de refresco a lo largo de los encuentros.
Decir, hoy por hoy, que Ramazani es el mejor jugador de la categoría no es correr ningún riesgo innecesario; poner en valor la visión de juego de un Puigmal que el sábado no estuvo acertado de cara al gol pero que fue fundamental en la victoria es simplemente ser justos; hablar de hombres como Lazo, Portillo o Curro es simplemente rendirse a su calidad; y decir que Sadiq es el mejor delantero de la categoría es simplemente refrendar lo que piensa todo el mundo, porque quizás, el único que pueda hacerle sombra está, precisamente, en el mismo equipo que él y se llama Dyego Sousa, que ante el Zaragoza firmó una auténtica obra de arte en el pase con el que comenzó la jugada del gol de Pozo, donde Ramazani moldeó un taconazo en oblicuo para el sevillano que, hecho por otros en otros tiempos, dio para rellenar miles de páginas de periódicos.
Por cierto, que de lo de Sadiq en la jugada previa a su gol, con ese enfado con Puigmal que le hizo desentenderse de un balón que podría haber supuesto el tanto, ya hablaré otro día. Hoy no toca; hoy lo que toca es glosar la partitura perfecta de una orquesta que está alcanzando cotas de excelencia y no sólo en los números, sino también y sobre todo en el juego y en el disfrute colectivo que suscita a cada paso.
