El conjunto rojiblanco ha realizado una primera sesión de recuperación para los titulares y más intensa para los jugadores que no tuvieron minutos anoche.
El Almería ha vuelto a los entrenamientos tras la derrota sufrida frente al Eibar, y lo ha hecho con un firme propósito de enmienda porque aunque el equipo sigue en ascenso directo (ahora es segundo con los mismos puntos que los eibarreses) lleva cuatro jornadas consecutivas sin ganar en la Liga desde que se inició 2022, con un balance de tres encuentro perdidos (dos en casa) y uno empatado. Esta circunstancia ha hecho que los rojiblancos ya no dispongan de las cómodas ventajas que tenían, pero como decía Rubi en la rueda de prensa tras el partido contra el Eibar “aquí nadie se rinde; estamos arriba en la clasificación, en la pelea”.
Con estos argumentos hay tranquilidad en la plantilla porque al equipo, como lo ha demostrado, no se le ha olvidado jugar al fútbol ni mucho menos, aunque ha perdido consistencia en las áreas. En ataque genera, pero no materializa, influyendo en ello las numerosas bajas que ha tenido, y tiene, durante este mes de enero, y en defensa no es tan contundente. Por ello, el trabajo, la confianza y la recuperación de futbolistas harán cambiar la dinámica.
Y ésta se va a intentar cambiar en Oviedo, un campo difícil y rival complicado, pero los rojiblancos tienen argumentos. De momento han iniciado el trabajo este martes que ha sido de recuperación para los titulares ante el Eibar, y más intenso y completo para los demás. Este miércoles, nueva sesión, ahora en el Anexo, donde repetirán el jueves, aunque ya a puerta cerrada, como también ocurrirá el viernes, en el último entrenamiento que se celebrará por la tarde en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
