Durísimo primer adversario, Rotogal Boiro vivirá la segunda fase final del ‘torneo del KO’ de su historia cargado de motivación, en un momento dulce de juego (21.00, hora peninsular).
‘Sincronicemos los relojes’, frase mítica del cine de acción. La XLVII Copa del Rey llega así para Unicaja Costa de Almería, que ha pasado de abrir el torneo en la edición pasada a disputar el último cuarto de final del viernes. Ese encuentro dará comienzo a las nueve de la noche, hora peninsular, y desde ese momento hasta que la final, si se juega, quede resuelta habrán pasado aproximadamente 42 horas, ni dos días completos. El horario del último partido, el que decide el título, se ha fijado al mediodía del domingo, por lo que se acaba la semifinal, que dará comienzo a las 21.30 del sábado, y habrá el tiempo justo de volver al pabellón tras pasar 12 horas en el hotel. Claro que esas mismas cuentas puede hacerlas Rotogal Boiro, que viviría la misma situación de ir pasando rondas.
Partidazo para comenzar, los gallegos, que sufrieron incluso más parón que los verdes por la COVID, incluido el choque de Superliga entre ellos mismos, llegan en un momento dulce de juego, con un equipo titular muy estable y de gran rendimiento, y con un detalle importante: ya no son los ‘novatos’ del torneo. Por segunda vez en su historia han logrado clasificarse para la Copa del Rey, de manera consecutiva además, y ambas veces como octavos de la clasificación al término de la primera vuelta. Cayeron el partido que podía ponerlos séptimos, frente a Feníe Energía Mallorca CV Palma, y serán los palmesanos los que se midan en cuartos al anfitrión Guaguas. Boiro es para Unicaja Costa de Almería y los dos llegan con respectivas victorias en Los Planos como último resultado previo.
El equipo dirigido por Marcelo Benavidez, ayudado por Germán Painecura como hombre de la casa, está muy bien armado con el brazo ejecutor del opuesto cubano José Carlos Romero, el gran referente de ataque junto con el receptor Felipe Benavidez, al que llegan muchas bolas para que decida. Gaby del Carmen es el otro receptor titular, muy fuerte en todas las facetas del juego, con un saque temible, sin olvidar que otorga estabilidad y confianza a su equipo desde recepción y defensa. En esa labor ayuda y mucho otro tipo de la casa, quizá el que más, Chicho Alves, un líbero experimentado que ha desarrollado toda su carrera en el club coruñés. Distribuyendo el juego tiene a otra pieza clave como es Gaspar Bitar, colocador de excelente calidad técnica y visión que repite en la plantilla.
Por el centro cuenta con una de las sensaciones de la pasada liga, cuando militó en Textil Santanderina, el brasileño Renan Levandoski, al que acompaña habitualmente en esa posición Mario Iglesias, un clásico del club, o José García, joven perla de 19 años, en su caso en Los Planos. Hablando de valores de presente y futuro, ha recuperado desde la Selección Permanente al receptor Martín Casais, generación de 2005, reuniéndose en el plantel boirense con Alan Dávila, también receptor del año 2003. Cuenta con una plantilla larga de hasta 18 efectivos, siendo habitual en la convocatoria Ismael Martínez, colocador joven, y en casa principalmente el resto, Alberto Tubio, líbero, Pablo Nieto, receptor, Iván Souto, colocador, Cristóbal Álvarez, receptor, Mateo Fajardo, opuesto, Antón Ordóñez, central, y Carlos García, receptor. Factoría de buenos jugadores, cuenta la formación.
Si lo último de Boiro fue este lunes, un 0-3 en Los Planos, previamente, el sábado, cayó en la pista de Léleman Valencia llegando al tie-break. Unos días antes, el miércoles, fue rápida su victoria en A Cachada frente a Manacor, un 3-0 de parciales, eso sí, ajustados. Empezó a jugar en febrero, todo enero en blanco, y con todo ha tenido tiempo de disputar cinco partidos, esos tres citados más el primero de ellos, un 3-2 en Soria, y una victoria por 3-0 sobre UD Ibiza Ushuaïa Volley. El antecedente entre Rotogal y Unicaja Costa de Almería esta temporada se remite a la primera vuelta, jornada 3, un 3-0 ahorrador en el que los gallegos fueron de menos a más en el Moisés Ruiz. Ya entonces Benavidez puso en cancha a su equipo actual, el septeto tipo con el que irá a por todo y a por todas.
El que venza este último cuarto de final jugará la segunda semifinal del sádado frente al ganador del Conectabalear CV Manacor – CV Teruel, que dará comienzo a las 13.30 de la península. Previamente se habrá disputado el partido inaugural, uno que promete gran intensidad, entre Melilla Sport Capital y Río Duero Soria. Para la tarde, antes del Unicaja Costa de Almería de Boiro, jugarán los protagonistas de la pasada final, el gran favorito y actual campeón CV Guaguas y Feníe Energía Mallorca CV Palma. Así, se dibuja una competición muy reñida, con partidos abiertos en todos los turnos, como seguirán siendo las semifinales del sábado y la gran final del domingo. Se conoce a los colegiados, pero no su distribución por partidos: Fernando Cerrato, de Murcia, Carlos Alberto Robles, de Valladolid, María de las Olas Rodríguez, de Tenerife, y David Fernández, de Barcelona.
Unicaja Costa de Almería viaja con una fortaleza mental muy grande, convencido de que ha recuperado su mejor estado de forma, muy cómodo con su juego y con intención de, en palabras de Manolo Berenguel, “no verlas venir en ningún momento, para nada eso de ‘a ver qué pasa’, sino ir a por la Copa desde el punto ‘número uno’ del torneo”. Desde Navidad ha jugado cinco partidos, los dos primeros los perdió, el segundo precisamente en el Centro Insular de deportes de Las Palmas de Gran Canaria en el tie-break, y sí ha ganado los tres siguientes. Lo más importante no es eso, vencer, sin convencer, o más bien convencerse, y es algo que han logrado los ahorradores. Campeones en 2019 sobre la pista de Melilla, subcampeones en Palma en 2020, ambas frente a Teruel y las dos en el tie-break, el año pasado cayeron en semis con Guaguas.
Buscarán su vigésimo primera final del ‘torneo del KO’, la duodécima Copa del Rey y, de este modo, el título nacional número 30 en el palmarés del club. La primera participación en esta competición se produjo en 1991 y jamás ha fallado a la cita en 31 años seguidos. De la historia precisamente se ha aprendido, porque no se olvida que en 2003, última vez a ocho equipos hasta el año pasado, se cayó en cuartos contra los locales de Gijón, y sin ir más lejos, el curso pasado se encajó en ese mismo cruce un durísimo 10-25 frente a Melilla, que se ponía 1-2 y ante el que hubo que remontar. En esa misma edición 2021, en semifinales se perdió en el cuerpo a cuerpo, en los momentos finales de cada set, con un 23-23 en el tercero. Siempre resultó letal Pablo Kukartsev, pero esta vez su camiseta es de color verde y con ella buscará revalidar título y dárselo a Unicaja Costa de Almería, y de paso renovar su carné de MVP, merecidísimo en la Copa pasada.
