Unicaja Costa de Almería remonta un 0-2 frente a un excelente rival, Rotogal Boiro, tirando de carácter y de la fortaleza del grupo para seguir en la competición y medirse en las semifinales a Conectabalear CV Manacor.
Los dos últimos campeones, fuera. Faltaba por entrar en escena el tercero, el de 2019, Unicaja Costa de Almería, después de una jornada de cuartos de final en la que Melilla fue por la vía rápida frente a Soria y en la que después cayeron CV Teruel a manos del que será rival ahorrador, Manacor, y la más sonada, por ser el equipo organizador y con mayor presupuesto, CV Guaguas, en su caso frente a Palma. Así, las semifinales se han dibujado con Melilla Sport Capital frente a Feníe Energía Mallorca CV Palma, y Unicaja Costa de Almería contra Conectabalear CV Manacor. Sencillamente brutal el partido y el espectáculo de la eliminatoria ahorradora, honor a Rotogal Boiro, un equipo que juega a las mil maravillas y con carácter, que no bajó el pistón en ningún momento.
Se fueron los gallegos con 0-2 merced a sendos 23-25 en los primeros sets, haciendo que los verdes estuviesen incómodos y manejando muy bien los puntos decisivos, hasta que emergió el mejor Unicaja Costa de Almería para dominar las dos siguientes mangas y mantener controlado a su magnífico adversario. Con parciales más amplios, un 25-18 y un 25-20, estaba claro que en el tie-break los gallegos iban a echar el resto, pero, en contra de lo vivido en la primera mitad del choque, los almerienses iban con todo a cerrar el triunfo. Kukartsev rugió, literalmente, y se hizo el máximo anotador del encuentro con 26 puntos, seguido de cerca por Benavídez, referente de Boiro en el desempate, con 25. Los centrales aportaron once bloqueos, seis Fornés y cinco Jorge Fernández. Paquillo defendió como un gigante y tuvo un 70% en recepción. Juanmi firmó tres aces.
El primer set respondió a lo que estaba siendo el torneo hasta el momento, luchado y a rachas, pero muy marcadas para los verdes al inicio y para los gallegos una vez llegado el ecuador de la manga. Unicaja Costa de Almería protagonizó un comienzo magnífico al aprovechar la calidad de Juanmi González al saque, un 0-4 y manejo de la renta de hasta cinco puntos pese a los errores siguientes en el servicio. El primer punto ‘fabricado’ por Boiro fue el de 7-3, de Benavídez. Con 11-8 entró se fue al fondo de cancha Iglesias, con un flotante que hizo daño, y llegó la remontada boirense. Se sucedieron varios empates, con los verdes no dejando coger la delantera a su rival, lo que sí se produjo por primera vez con el 15-16 en un penalti con saque de Bitar. Esa rotación fue mala para Unicaja.
Tardó en salir de ella y se concedió una ventaja a los gallegos que supieron manejar muy bien para anotarse el 0-1. Se pasó al 15-18, se sufrió y se apretó los dientes para ganar opciones de volver a darle la vuelta al partido. Hubo 17-19, un bloqueo de Fornés para el 20-22 y otro de Javier Jiménez para el 21-22, pero se cometieron errores incluso teniendo opción de contraataque y hubo dos bolas de set para Boiro. La primera la anuló Fornés en ataque y la siguiente no pudo levantarse por un desajuste en defensa. Tocaba remar, y mucho, pero así es la Copa 2022. Sobre todo, la clave era sacar a la luz un arma clara y vital para el equipo, el bloqueo, faceta en la que estaba siendo superado por su rival. A la recepción, igualmente, le iba a resultar básico ajustarse un poco más (23-25).
El segundo set se inició mal para Unicaja Costa de Almería, incómodo todavía sobre el campo y con un adversario crecido delante, practicando un gran voleibol y ejecutando su guion de juego a la perfección. Se llegó a ir tres por detrás, un 2-5 protestado, pero salió el coraje y una pipe de Javier Jiménez empató a ocho el tanteo para entrar en un pulso en el que el referente gallego fue Romero. Se recuperaron sensaciones, sin llegar a sacar el nivel de juego esperado, y con eso dio para ponerse dos arriba y sostener esa renta (14-12 con Javier Jiménez como protagonista, y 15-13 con finta de Jovanovic). Boiro hizo su papel, siguió fiel a lo que confiaba e igualó a 16, con Unicaja Costa de Almería sin perder el paso adelante (17-16, 18-17, 19-18 y 20-19).
Se peleó mucho el 20-20 por ambas partes, pero fue para Rotogal Boiro, que además se puso por delante acto seguido. Con 21-21 hubo cambios para el saque, respondidos por Marcelo Benavídez con un tiempo. Se erró el servicio y después no se supo reaccionar a un saque corto de Bitar (21-23). Contra las cuerdas de nuevo, y con un excelente manejo del final de set por parte gallega, Kukartsev hizo un puntazo en el 22-23, se levantó una bola de set de nuevo y la segunda, tras una enorme defensa de Paquillo en fondo de la cancha, no pudo jugarse por toque de red de Unicaja Costa de Almería. Muy en contra el escenario, sobre todo por la falta del toque que hace diferente a este equipo, el tercer set iba a ser una lucha sin cuartel, seguro, para la que no se podía tener ninguna duda más.
De hecho, tras el segundo 23-25 encajado, sin opción de error por el peor manejo de los puntos finales de las dos mangas anteriores, Unicaja Costa de Almería fue al cuerpo a cuerpo. Se inició con un ace de Juanmi González, que volvió al saque con 7-7, muestra de la igualdad con la que se estaba desarrollando todo, si bien con el paso por detrás hasta que Jorge Fernández volvió a poner a los ahorradores por delante con otro saque directo (8-7). Kukartsev puso dos de ventaja con el 11-9, respondido por Romero en un balón en el que tenía triple bloqueo, y se siguió apretando con Javier Jiménez por cuatro y al saque. Benavídez cometió su segundo error al mandar una finta larga en el segundo toque y fueron tres (13-10), más después otro ataque de Kukartsev (14-11).
La acción del opuesto, extraordinaria, se vio seguida de un bloqueo en uno contra uno de Juanmi sobre Romero (15-11), con tiempo de Marcelo Benavídez. A la vuelta, el colmo de la mala fortuna, una defensa con balón rebotado al dedo de Kukartsev, partido parado. Siguió el opuesto, en pista y siguió firme Javier Jiménez con otra pipe (16-12). Defensa, garra y carácter, bloqueó Jorge Fernández el 17-12. Romero quiso que su equipo no se desenganchara, pero Kukartsev bloqueó el 19-13 y los verdes ya se sentían como lo que venían siendo durante toda la temporada. Romero insistió dos veces seguidas (19-15), y Kukartsev le aceptó el reto para llegar a la veintena con cinco de renta. El final se aceleró con Jorge Fernández al saque y el partido se marchó al cuarto set con 25-18 de Fornés.
El equipo era otro, reanudó el juego quitándose de encima el gran saque de Del Carmen y Juanmi apretó con el suyo para el 3-0, con bloqueo de Jiménez. Luego el onubense se elevó por pipe y se siguió llegando al bloqueo, provocando más dudas en los atacantes de Boiro. Fornés cazó una pipe de Del Carmen para el 5-2 y Kukartsev entró al servicio. El inicio de 6-2, con la lección del arranque de partido, debía ser suficiente para no tener despistes, insistir en la mejor versión y llegar al desempate. Boiro, por supuesto, iba con su plan a muerte, Levandoski presió al saque y Jorge Fernández impidió el empate con un bloqueo más (9-7). Como en el primer set, Mario Iglesias hizo de enganche, esta vez con dos ataques seguidos, aunque cayó el 12-9 y el 13-10 con roja a Alves.
Kukartsev, en trance, decidió romper la manga con un ritmo constante y con el dedo en ‘cuarentena’, vendado por Jorge Soriano en el intermedio. Fintó Jovanovic el 15-11, paso a paso, y Benavídez hizo falta de zaguero para el 17-12, uno más cerca de la igualada. No iba a ser nada fácil, porque Boiro nunca se rinde, si bien Juanmi fintó y cortó el primer intento de reacción (18-14). Paciencia, ingrediente principal en esa situación, sobre todo con el rival a dos por su defensa (18-16). Realmente bonito el partido, magnífico para el espectador, Boiro se situó a uno con penalti en saque de Martínez (19-18). Era cuestión de mejorar el manejo del final apretado, aunque se insistió en fallar el saque. La dinámica la rompió Kukartsev con ace (22-19) y el set se cerró con Javier Jiménez en el 25-20.
Todo a una carta, pero al menos ya en un nivel de juego más reconocible y con el bloqueo aportando, el tie-break arrancó con la veintena de aficionados aplaudiendo al equipo y de balonazo a balonazo, Benavídez y Kukartsev. El paso por delante de Boiro fue dos y tres con el 2-5, obra de Benavídez ambos puntos. Berenguel pidió tiempo, el receptor falló el saque y los verdes devolvieron el favor. Kukartsev resolvió un serio problema con el 4-6, Jorge Fernández bloqueó el 5-6, pero Benavídez había guardado para la recta final y le dio continuidad a su capacidad anotadora. Además, lo cazó en pipe Jorge Fernández en el 7-7, y al cambio de lado de la red se llegó con otro fallo de saque de los verdes (7-8). No se podía dar más para cuarto de final de la Copa a tope de adrenalina y pulsaciones.
Juanmi González igualó y se fue al saque, Boiro protestó el 9-8 de Unicaja y se decidió punto nulo, emoción a raudales, y sí llegó con Kukartsev por fin la delantera (9-8), más tiempo de Benavídez. Se defendió tras toque de bloqueo, de nuevo y Kukartsev ‘no dijo no’ al 10-8. Quedaba mucho más en un partido en el que los dos equipos se desfondaron físicamente, defensas y más defensas, y con el 10-10 de Benavídez emergió de nuevo Kukartsev (11-10). Fornés cazó de nuevo al receptor argentino (12-10). Benavídez tiraba de los suyos, equipo a la espalda, pero Kukartsev fue letal (13-11). El 14-11 fue una falta de red, se falló el saque y Benavídez, quién si no, hizo un ace (14-13). Muy cargado de confianza, le pegó al siguiente, pero lo dejó en la red y la remontada fue real (15-13).
