VÍDEO BLOG #Minuto92: Algunas claves del paso de gigante dado en Tenerife, por Víctor J. Hernández Bru.
La victoria en Tenerife deja muchas lecturas en el entorno del Almería. La primera es que quienes están esperando que a Rubi se le caiga el equipo, han de seguir haciéndolo. Por alguna razón, el técnico que nos ha tenido colocados durante prácticamente toda la campaña en puestos de ascenso directo, no termina de gozar de la popularidad y el cariño que ello suele llevar aparejado.
El Almería no ha subido en ninguno de los dos anteriores años de la ‘era Turky’, lo cual puede querer decir que la cosa no es tan fácil. Sin embargo, el hecho de que llegue un entrenador y el equipo prácticamente no abandone los dos primeros puestos no termina de ser visto como una realidad relacionada con la acción de dicho técnico.
En todo caso, el Almería que ganó en Tenerife es, indudablemente, un equipo ‘muy Rubi’, una apuesta personal del catalán, con una estructura muy rara y un plan de partido inédito hasta ahora. Si tuviera que dar mi opinión, desde luego no podría decir que me encantó el partido. Es más, creo que el protagonismo del portero en la victoria fue indiscutible y eso no suele hablar muy bien de un equipo. Pero por unas cosas o por otras, se ganó. Y si se ganó, la realidad es que el plan salió bien.
Pero hay más lecturas. Y hay otra relacionada con otra catástrofe que también otros están esperando, como es la caída de Fernando Martínez, el jugador que más puntos le ha dado al equipo junto a Sadiq. Ayer el partido de Fernando es, sencillamente, monumental, soberbio, indiscutible, inconmensurable. Fernando no sólo no tuvo ni un solo fallo, pero es más, ni un solo titubeo, ni una duda, ni un gesto de debilidad.
El Almería, le pese a quien le pese, y ciertamente no entiendo por qué le pesa a alguien, tiene a uno de los mejores porteros de la categoría, por no decir al mejor, un dechado de virtudes balompédicas en la defensa del arco propio, que si se termina subiendo, va a ser sin duda uno de los activos más importantes en dicho logro.
Y aún hay más. Por ejemplo, está la lectura de la importancia del fútbol práctico en esta categoría. Porque el Almería no sólo no brilló en el Heliodoro, sino que incluso por momentos aburrió, fue un equipo feo de ver, plomizo, espeso, pero tremendamente práctico. En el minuto 55 dije que el partido estaba para dos zarpazos de Sadiq, pero fue suficiente con uno, con una de esas acciones en las que la defensa no tiene más remedio que hacerle penalti, porque de lo contrario es imposible detenerlo.
El Almería de Rubi es práctico y, ahora, además es seguro atrás, no sólo por la solidez de Fernando, que es un gran portero pero no hace milagros, sino también porque Rodrigo Ely le ha dado una seguridad rotundamente sólida, solidamente rotunda.
Y a todo esto, la UDA aún no ha subido, pero tras dos semanas de titubeo, en Tenerife volvió a demostrar que, podrá subir o no, pero no hay duda de que se trata de un equipo centrado en un objetivo común. Ojalá que ello se traduzca en un cambio de categoría en el que los Fernando, Sadiq, Ely, Rubi y compañía tendrán mucha culpa.
