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La batalla de Boiro, inicio de una reconquista de seis años

Serie al mejor de tres partidos, los ahorradores viajan a Galicia para restar presión al segundo fin de semana en el Moisés Ruiz cosechando la victoria y cobrando una ventaja que podría ser vital, motivados para reivindicarse.

Nadie en la expedición blanquiverde sube al autobús con la más mínima duda. Se quiere y se puede, hay disposición al sufrimiento cuanto toque, y al disfrute cuando llegue. Una cosa no quita la otra, claro, y el respeto al rival es absoluto, consciente de que te puede eliminar a las primeras de cambio, pero la confianza es un ingrediente indispensable en todo momento, más en playoff. Rotogal Borio es admirado por su voleibol y por su garra, y su feudo de A Cachada es temido. Aguarda con, seguramente, un gran ambiente en la grada. Pero, cabe insistir, es tiempo de playoff, y todo lo que se diga sobre que todos los equipos parten de cero ya es sabido de sobra. El segundo, que pudo ser primero, se mide al séptimo, que pudo ser quinto. Nada de eso importa. Horizonte nuevo. Dos victorias.

Ese es el precio de las semifinales de la más igualada Superliga de los últimos tiempos y en la que los vaticinios puede que sean más complicados que nunca. Unicaja Costa de Almería, con todo, busca reivindicarse, desplegar el potencial que ya ha mostrado y que, no se engañan sus integrantes, es el único camino a un título que se resiste desde hace seis años. Tras el triplete de la 2015/2016 no se ha sumado ninguna liga, y la docena es un sueño de reconquista que se inicia este sábado a partir de las 20.00 horas. Ya no hay que mirar la suma de puntos, sino de partidos ganados, y se quiere iniciar en Galicia para restar presión al siguiente fin de semana en el Moisés Ruiz. El curso pasado, también en los cuartos de final, se perdió en Soria y se remontó en Almería, pero mejor vencer…

Los puntos suspensivos caben en la mente de los ahorradores, puesto que no se olvidan de la consiguiente parte, la de convencer, o convencerse. Extraordinaria semana sobre la pista y en el gimnasio, el trabajo ha sido excelente y la unión es inquebrantable. Todos a una y a por todas, se cree en que está al lado y en que juntos se ha llegado al más nivel que ningún otro equipo haya sido capaz de desarrollar este temporada. Ser segundos en la fase regular no ha sido de buen gusto por el modo en el que se ha producido, sin poder jugar por la COVID-19, como tampoco ser segundos de la Copa del Rey, por no sacar lo que se llevaba dentro, también frenados en esa carrera semanas atrás por el virus. Los ahorradores sienten que los méritos son otros, y sí, buscan reivindicarlo sobre la pista.

El último choque entre Rotogal Boiro y Unicaja Costa de Almería no se pudo jugar, y fue un triple 25-0 para los gallegos en ese segundo aplazamiento. Venía arrastrado desde la segunda jornada del año 2022, cuando apareció un coronavirus que no se conformó con solo esa vez, sino que afectó también dos meses más tarde. Tres temporadas seguidas lamentando ser el club más afectado por la pandemia, ataques en momentos clave, han pasado demasiadas cosas fuera de las canchas como para que sea lícito desear arreglar los desaguisados dentro, haciendo lo que se sabe y lo que ya se ha mostrado. Fuertes y convencidos, 1.200 kilómetros atravesando literalmente España, la distancia no es olvido, y se viaja con la química que ha nacido entre equipo y afición. Por ella, a ganar.

Quizá sobra a estas alturas lo políticamente correcto de ‘será complicadísimo’. Claro que lo será, porque delante hay un equipazo y los que están aquí quieren lo mismo, y pueden, que es levantar el título. Boiro jugaba la última jornada de la fase regular para ser quinto y sucumbió en Palma por 3-1 en su particular ‘final’ contra Feníe Energía, y a su vez fue adelantado por Teruel, sexto. Su cuenta es de 35 puntos en su segundo año en la SVM, con diez victorias, una la del ‘no presentado’ de Unicaja Costa de Almería, y doce derrotas en una fase regular en la que ha sido el que más tie-breaks ha jugado. Se ha ido a nueve en las 21 jornadas en las que ha tenido partido, cayendo en siete. En el desempate cedió ante los ahorradores, pero en la Copa del Rey, así que lleva diez, duro de roer.

Eso demuestra que jamás se rinde, lo que ya saben de sobre en las filas almerienses, y que hay que estar preparado para un gran desgaste en A Cachada. En el Moisés Ruiz, en la primera vuelta, fue un 3-0 para los de Berenguel, el debut de Jovanovic en España. En la Copa, un 3-2 ahorrador remontando un 0-2 muy sólido, así que Unicaja Costa de Almería también pone sobre la mesa esa característica de ‘duro de pelar’. Logró darle la vuelta al marcador y pasar de ronda frente a un equipo que lo mereció de igual modo, y no se quiere repetir experiencia en este cuarto de final, aunque se asuma que está entre las posibilidades y se lleva interiorizado y entrenado. Lo último entre ambos, por lo tanto, fue doble 23-25, 25-18, 25-20 y, recuperándose de nuevo Boiro, apretado 15-13.

Recital de Felipe Benavídez, el joven receptor argentino se ha ganado el apelativo claro de ‘letal’. 27 puntos hizo en ese cuarto de final ante los verdes en cinco sets, pero 26 se anotó en su cuenta este pasado fin de semana en Son Moix. Como pareja receptora tiene a un súper clase como Gabriel del Carmen, cuyo saque es brutal y que hace mucho del que se conoce como ‘trabajo sucio’. Distribuye el juego el también argentino Gaspar Bitar, que por el centro cuenta con el peligro del brasileño Levandoski y del incombustible Mario Iglesias, pero que por punta tiene un caballo como el cubano José Carlos Romero. Como ‘cierre’, la experiencia de Chicho Álvarez, el líbero, auténtico hombre de la casa del club presidido por Emilio Palacios. Con ellos va a muerte el ‘Chino’ Benavídez, pocos minutos para José García, Martín Casais e Ismael Blanco y demás jóvenes perlas de la cantera.

El potencial es innegable, así como la buena dirección técnica a cargo del argentino, y por ello el crecimiento paulatino del equipo ha sido constante y certero. Muy de no hacer demasiado ruido, el bloque boirense ha llegado en gran estado de forma a la parte final, la que decide el título, y tras hacer historia, quiere seguir escribiéndola en términos muy positivos. Este sábado habrá árbitros inéditos para Unicaja Costa de Almería, la pareja vasca formada por el vizcaíno Daniel Gálvez y por el alavés Bruno Correa. Es tan ‘solo’ un partido que no decide el pase. Eso corresponde al Moisés Ruiz por el factor cancha, si bien puede verse como una ventaja comenzar en casa. Mensaje de Manolo Berenguel: los títulos se ganan fuera. En Almería las fechas serán viernes 1 de abril, desde las 20.30 horas, y sábado 2 desde las 19.30 horas, si hace falta apurar la serie hasta el límite.

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