VÍDEO BLOG #Minuto92: El día internacional del anti-luisenriquismo, por Víctor J. Hernández Bru.
Pues se acabó. Como en todos los compromisos anteriores desde que se ganó la Euro 2012, España a quedado eliminada del Mundial. Eso sí, esta vez con más gravedad, con más sangre, porque nos ha eliminado del campeonato un equipo muy B, muy de la segunda categoría futbolística internacional, como es Marruecos; y además lo ha hecho en octavos de final que, sinceramente, estoy convencido de que es una ronda demasiado temprana para el potencial balompédico de nuestro país.
España ha tenido un Mundial pésimo en todos los sentidos, incluyendo su debut, porque ganar por esa goleada a Costa Rica es, sin duda, lo peor que le puede pasar a una selección en el arranque de un campeonato. De hecho, la única estrella que luce en nuestro pecho es consecuencia de un título mundial en el que España comenzó con tropiezo ante Suiza.
Pero hay más, mucho más que analizar. Pero digo analizar y no lo que está haciendo el anti-luisenriquismo militante, las hordas de pseudo-españoles que han reconocido en días pasados (a mí me lo han reconocido unos cuantos) que querían que perdiese su selección para que echaran al técnico asturiano, pero que estaban callados el día de Costa Rica, escondidos en una tinaja estratégicamente situada al fondo de una lúgubre cueva.
Para mí, que apoyo a Luis Enrique como técnico y como seleccionador, éste ha estado mal, mal en el Mundial. Por supuesto que la lista que elaboró para este compromiso no es exactamente la misma que habría llevado yo, pero con un par de variaciones que hubiera realizado, estoy convencido de que tampoco habríamos ganado el Mundial, sencillamente porque lo normal es que lo ganen países que hoy por hoy tienen un muy superior potencial futbolístico con respecto a nosotros.
Desde ayer a las siete de la tarde, he leído y escuchado todo tipo de disparates, como los he leído y escuchado antes del Mundial, tras la publicación de la lista. Pero estoy seguro de que nadie en su sano juicio piensa de verdad que habiendo llevado, no sé, a Iago Aspas, Canales, Borja Iglesias o Nacho, ninguno de ellos jugadores decisivos ni importantes, ni siquiera titulares en equipos punteros de nuestra liga o de ninguna otra de las principales del primer mundo futbolístico, habríamos presentado un rendimiento demasiado diferente.
Insisto, a mí no me ha gustado la dirección de partido de Luis Enrique. Discrepo con él en algunos de los onces y en muchos de los cambios, pero lo respeto, porque sé que él tiene mil veces más conocimiento que yo para tomar esas decisiones. Un respeto que no tienen los miles, acaso habría que decir millones de cuñados, periodistas que no han pegado una patada a un edredón en mitad de un pasillo y que, por supuesto, no han hecho un curso de monitor de fútbol en sus vidas incluidos, que están convencidos de que saben más que el seleccionador español; como también piensan que saben más de medicina que el doctor al que visitan porque tienen un grano en el trasero o más de periodismo que yo por poner algún ejemplo.
Eso sí, como esto es deporte, seamos deportivos: feliz día y feliz derrota de su país a todos los anti-luisenriquistas. Y sólo un mensaje más: ¿os acordáis de Del Bosque? Pues eso…
