VÍDEO BLOG #Minuto92: Estadísticas de medio lleno o medio vacío, por Víctor J. Hernández Bru.
Seguramente sea por el hecho de que hace ya mucho tiempo que no veo a la UDA en zona de descenso; o a lo mejor porque el equipo de Rubi acaba de pasar por un pequeño Tourmalet habiendo cosechado una derrota en tres partidos, pero el caso es que percibo la realidad rojiblanca con cierto optimismo.
Del partido de Valencia se ha hablado mucho y con un espíritu muy crítico, con una visión bastante negativa de la actuación del Almería. Y he de reconocer que hubo aspectos en los que el rendimiento fue nefasto, como sobre todo en el apartado de pérdidas de balón. Pero yo me sigo quedando con el hecho de que se salió de Mestalla con un punto.
En este aspecto, tampoco seré yo quien diga que el balance de puntos en las cuatro jornadas desde que se regresó del parón mundialista ha sido excepcional: tres de doce. Es más, en otras circunstancias estaría poniendo el grito en el cielo, porque esa media es una apuesta clara por complicarse la vida de cara a la permanencia en la categoría.
Sin embargo, hay otra forma de mirar a esa estadística, que consiste en profundizar en qué tramo del calendario se ha producido y ante qué rivales se ha materializado. El Almería acaba de salir invicto de un doble enfrentamiento ante Atlético de Madrid y Valencia; que sí, que no están ninguno de los dos, especialmente los ‘che’, en su mejor momento, pero que no dejan de ser dos de los indiscutibles grandes del fútbol español.
El ‘póker’ de encuentros disputados después del Mundial se completa con el peor partido de los cuatro, el de la derrota ante la Real, y con un punto cosechado a domicilio y ante un rival directo. Sinceramente, creo que pensar en que la UDA ha de ganar en Mestalla al Valencia o en casa a la Real o al Atlético o que tiene la obligación de sumar más de un punto en Cádiz es andar un poco fuera de la realidad.
Pero además, es que a esta visión de la cosa aún le falta un factor: el de las sensaciones. Y sí, repito, en Mestalla hubo ratos en los que el Almería parecía una granja de pollos sin cabeza, pero la realidad es que, al final, cuando los partidos están en su tramo decisivo, la UDA compite casi siempre, no se rinde en ningún momento y es capaz de igualar por dos veces la ventaja de un rival a domicilio, como ocurrió en la capital del Turia.
En fin, en esto de los vasos, tan respetable es la visión de quien los percibe medio llenos como quien los detecta medio vacíos, pero yo de momento no sólo soy más optimista que pesimista, sino que veo al equipo muy, pero muy por encima de lo que yo esperaba.
