VÍDEO BLOG #Minuto92: La UDA habla de velar por la legalidad y el fair play (incluso fuera de sus instalaciones), pero de lo que se trata es de ‘animación sin represión’ , por Víctor J. Hernández Bru.
Como no podía ser de otra manera, tratándose de los rectores deportivos y administrativos de que se trata, el siguiente capítulo de la persecución que lleva tiempo manteniendo la UD Almería contra parte de sus aficionados, los de la Grada Joven, ha vuelto a ser rocambolesca, extravagante.
El club ha emitido un comunicado en el que afirma que no va a permitir que se crucen los límites de la legalidad y del fair play y añade que no va a permitirlo ni dentro ni fuera de sus instalaciones.
A estas alturas, es ya más que evidente que estamos ante un club que no sólo ignora sino que no tiene ningún interés por conocer cuáles son las leyes del país en el que opera, cuyos rectores y dirigentes, llegados de otros lugares, no muestran ningún respeto por la ley del país al que han llegado, en el que, habrá que recordárselo, el club no tiene absolutamente ninguna potestad para velar por la legalidad, por el fair play o por lo que sea, fuera de sus instalaciones.
Y sin embargo lo dicen, afirman que no lo van a permitir tampoco fuera de sus instalaciones, sin apenas despeinarse. Uno se pregunta a qué demonios juegan los asesores legales de la entidad, que sí son españoles, que llevan toda la vida trabajando en los juzgados de este país y que no son capaces de evitar que el club haga este ridículo tan extraordinario.
Pero más allá de todo ello, lo que uno se pregunta es a quién pretende engañar el club, qué imagen tiene sobre la capacidad intelectual y cultural de sus aficionados y, en general, de quienes recibimos este tipo de milongas con tanta asiduidad.
Pero, ¿qué demonios límites de la legalidad? ¿De qué fair play hablan estos señores? Que aquí de lo que se trata es que alguien del club, en connivencia con el jefe de seguridad del Estadio de los Juegos Mediterráneos, ordenó que se retirara, en plena calle, donde ni es legal retirarla ni el club tiene potestad alguna; pero sobre todo una pancarta que rezaba ‘Animación sin represión’.
Señores, que no somos tan tontos como creen, que la retirada de una pancarta en plena calle y con ese eslogan es ni más ni menos que un grave atentado contra la libertad de expresión y contra la Constitución. Aunque claro, qué vamos a esperar de un club que permite o instiga (eso aún no está claro) la colocación de un cartel con la foto de un periodista en la puerta del estadio y con un insulto y la prohibición de su paso al recinto o veta a dicho profesional para que pueda cumplir con su derecho y su obligación informativa en los partidos oficiales de la entidad.
Un club que no tiene ningún empacho en expresar y demostrar públicamente que ni conoce la ley ni la respeta, que defiende que se retire una pancarta como la que estamos relatando y que presume de autoerigirse en el defensor de la legalidad fuera de su recinto, saltando por encima del sistema judicial y policial que los españoles nos hemos dado, en democracia, hace más de cuatro décadas.
