VÍDEO BLOG #Minuto92: Un paso de gigante de un equipo que es una montaña rusa, por Víctor J. Hernández Bru.
No hay quien pueda catalogar, quien pueda definir a este equipo. La UD Almería es una montaña rusa, un carrusel de sensaciones, una locura de equipo que un partido parece la Brasil del 70 y al siguiente sería vapuleado por el juvenil del Alpedrete; qué digo yo, que dentro del mismo partido es capaz de llevarte a la gloria y al suicidio sin solución de continuidad.
Incluso en el memorable, en el crucial triunfo ante el Getafe, la UDA no ha podido sufrir más, no ha podido convertir de una forma más categórica lo que parecía que podría haber sido un paseo militar, con dos goles de ventaja y un futbolista más, en un auténtico infierno final.
Pero una vez que Alberola Rojas hizo sonar su silbato con las manos dirigidas hacia el túnel de vestuarios, ¿todo eso qué más da? ¿Si finalmente el paso adelante se confirma y la UDA se queda en la categoría, en serio nos vamos a acordar de los sufrimientos, de los cambios de humor, de los saltos de un estado de forma a otro?
Todos, y el que diga lo contrario, hemos tenido dudas en algún momento sobre Rubi, nos hemos cabreado con sus planteamientos, con algún cambio extraño, con sus ruedas de prensa, pero creo que, tanto si como ahora parece, se salva la categoría, como si se acaba bajando, nadie que pretenda ser justo puede obviar el mayúsculo rendimiento que el técnico está sacando a un plantel con sólo seis jugadores con experiencia en Primera División.
Incluso a él mismo, siempre prudente con los asuntos del club, dispuesto a no molestar a nadie de quien dependa su continuidad, se le escapó una reveladora frase tras lo de Getafe, constatando que todo el mundo daba a este equipo como candidato al descenso. Y ello a pesar de que al menos hay siete equipos con menos presupuesto que el Almería.
Por nombres, experiencia y potencial, la UDA es uno de los tres equipos menos agraciados de la categoría, una de las tres plantillas con menor potencial. Y diré más, el Almería es uno de los clubes donde es más difícil trabajar, donde la interlocución con la directiva es más compleja, más aún incluso que en el Valencia, donde al menos hay profesionales que entienden el idioma del fútbol profesional.
Y sin embargo, Rubi y los propios jugadores están consiguiendo que, cada vez que han estado contra las cuerdas, se le haya dado la vuelta a la situación, sacándose de la chistera un gran partido o, al menos, una victoria tan determinante como la de esta semana en tierras madrileñas.
El Almería bajará o se quedará en Primera División, pero estamos ante un equipo que está compitiendo en Primera y yo no puedo por menos que reconocer que estoy de acuerdo con Rubi en lo referente a que entre todos los de ese vestuario están consiguiendo poner en valor las opciones de un equipo que, en verano, se gastó el grueso de su presupuesto, más de veinte millones de euros, en jugadores que era evidente que no iban a contar y que, efectivamente, no han contado.
El Almería ha logrado ganar fuera y ha dado un paso de gigante para salvarse. A partir de ahí, vengan los sufrimientos que sean necesarios, por tal de no perder lo que tanto trabajo logró conseguir.
