VÍDEO BLOG #Minuto92: Ahora todos somos de Lázaro Vinicius… ¡¡¡incluido Rubi!!!, por Víctor J. Hernández Bru.
Es fantástico esto del fútbol, la única sustancia capaz de convertir lo blanco en negro con tan sólo 90 minutos de exposición. El nombre de la semana, de esta semana en la que la UDA de Rubi ha logrado virtualmente la permanencia en Primera División, es Lázaro Vinicius y, además, de manera absolutamente merecida.
El joven brasileño ha marcado tres goles y, de esta manera, se ha convertido en el único jugador en la historia de este club en hacerlo en Primera División, que no es cosa menor. Habrá de todo, seguro, pero francamente es difícil discutir que Lázaro hizo ante el Mallorca un auténtico partidazo y demostró algo que se había intuido en estas últimas semanas en las que había tenido minutos y protagonismo: que, además, también tiene gol.
Los tres ‘chicharros’ de Vinicius lo han convertido en el ‘pichichi’ del equipo, compartiendo ese honor esta temporada con El Bilal Touré, aunque con sólo seis tantos. No tenemos ni idea de cuál sería esa cifra de haber disfrutado de más minutos, en lugar de los 486 que ha tenido hasta el momento, dentro de los 35 partidos, o sea, 3.150 minutos de competición que lleva el equipo; es decir, menos de la sexta parte de los que podía haber tenido.
Hasta ahí, creo que lo indiscutible o, por ser moderado, diré que lo difícil de discutir. Y a partir de ahora, el fútbol, o mejor dicho, todo lo que hay alrededor del fútbol de forofismo, extremismo, radicalismo y afán de pasar del cero al cien y viceversa.
Tras los tres tantos del brasileño, han tardado ‘cero coma’ en aparecer los ‘lazaristas’ de toda la vida, los que ven en él a un figura, a un astro, a una estrella de talla mundial. Hemos podido leer y escuchar a quienes aseguran que ya hay equipos de la Premier dándose de leches por presentar ofertas de cara a hacerse con sus servicios, que el Almería sacará un pastizal por su traspaso y que debería haber sido el eje sobre el que hacer pivotar el proyecto deportivo de esta temporada.
Incluso, por supuesto, faltaría más, han aparecido los que nos han echado en cara, a quienes defendemos que éste es un equipo de Segunda División con cuatro refuerzos de talla, que no, que las contrataciones de verano fueron una maravilla y que no tenemos ni idea de lo que decimos o que lo hacemos porque nos caen mal el CEO y su colega. Debe ser que junto al ‘hat trick’ de Lázaro ha habido otro par de ellos de Gui Guedes, de Sviderski, de Solá, de Milovanovic, de Mendes, de Kaiky, de Embarba y de Baptistao.
Pero esto no puede sorprender a nadie. Alrededor del fútbol hay un gran mundo rosa, un gran mundo del corazón donde el rigor y el estudio de las circunstancias es una quimera. Lo sorprendente es que el técnico del Almería, que repito, para mí es el gran artífice de haber convertido a un equipo de Segunda División con cuatro refuerzos de experiencia en un conjunto que está casi salvado a falta de tres partidos, se haya colocado a la cabeza de este tsunami de demagogia balompédica: que Rubi haya dicho en sala de prensa que siempre ha defendido que Lázaro fue un buen fichaje es una invitación para que sus detractores le pregunten: “ Coño, Joan Francesc, ¿y entonces por qué ha jugado menos de 500 minutos de los más de 3.000 que ha tenido el equipo? ¿Por qué sólo ha jugado 16 partidos, únicamente cuatro como titular y por qué es, de momento, el vigésimo primer jugador en minutos disputados?”.
El fútbol y la milonga: ese matrimonio tan, tan bien avenido.
