VÍDEO BLOG #Minuto92: Viaje a lo desconocido, por Víctor J. Hernández Bru.
La última jornada del campeonato liguero en Primera División nos va a deparar multitud de situaciones sobre cuyo desarrollo lo desconocemos absolutamente todo. Para empezar, no sabemos ni siquiera con qué efectivos va a poder contar la UDA, puesto que aunque desde el club se anuncia un órdago jurídico para poder hacerlo con Luis Suárez, el recurso se antoja más bien cosa de Harry Potter.
Tampoco sabemos si en el FC Barcelona, rival que visitará Vigo, va a pesar más la relajación que sigue directamente a la consecución de cualquier título de liga u otros factores que en principio parecen menores, como el deseo de Ter Stegen de batir todos los récord en la portería o la posibilidad de que, si baja el Celta, el filial azulgrana pueda tener que disputar una eliminatoria menos en su camino hacia la Segunda División, dado que el filial vigués no podría subir a la categoría de plata.
En Pucela, no sabemos si el Valladolid va a ofrecer la imagen ramplona que dio aquí en Almería o será otro equipo completamente diferente ante su público y si el Getafe terminará de ser ese equipo eficaz que parecía que iba a ser con la llegada de Bordalás, pero al que le ha faltado un poco de regularidad para haber sellado su permanencia.
En Elche, ignoramos si las vitaminas que parece haber recibido el equipo alicantino en la recta final le van a servir para frenar a un Cádiz que se juega la vida y si el equipo amarillo va a notar la presión de jugársela toda lejos de esa afición que está siendo tan importante para el equipo de Sergio González.
Y sobre todo no tenemos ni idea de qué equipo se va a encontrar enfrente la UDA, de si el Español va a ser un rival decaído por la confirmación de su descenso, enrabietado por lo que consideran una persecución arbitral, presionado porque su grada les va a pedir explicaciones, encorajinado precisamente por querer agradar a los aficionados ante el disgusto que se han llevado… no tenemos ni idea de lo que nos espera allí.
Por eso, estoy completamente convencido de que, dentro del vestuario, en lo que están los cinco sentidos es en procurar afrontar el encuentro como lo que es, como lo que debía haberse planificado para varios de los últimos partidos, como la final ya improrrogable e incorregible que es el último partido del campeonato sin haber logrado el objetivo.
Como quiera que en otros campos habrá tantos factores que no podremos controlar, como quiera que el rival va a presentar un cariz que no podemos prever, lo mejor será centrarnos en la idea de que hay que ganar, pensar en el empate sería suicida, y hacerlo ante un equipo que va a pelear con nosotros tal y como si se lo jugara todo.
Cualquier otra actitud, supondrá empezar a comprar bonos para volver a cambiar de categoría.
