El conjunto rojiblanco deberá resolver la situación de casi una decena de jugadores que no parecen contar tampoco para la próxima temporada.
La Unión Deportiva Almería deberá dedicar buena parte del trabajo en los despachos a dar una solución a la gran cantidad de cedidos que mantiene tras cuatro temporadas en las que la propiedad ha optado por contratar a una gran cantidad de jugadores en busca de que se revaloricen como rojiblancos. Muchas de estas apuestas no han respondido y el verano se presenta intenso para que no supongan una carga en los objetivos deportivos de la entidad.
Un caso en vías de solución es el de Nikola Maras, el central serbio que en caso de que el Alavés consiga el ascenso se quedaría en Mendizorroza de forma obligatoria. Tras una primera campaña muy esperanzadora en el Juegos del Mediterráneo, se diluyó y no brilló ni en una primera cesión al Rayo Vallecano ni ahora en el País Vasco, donde ha jugado 20 partidos.
A Iván Martos le queda un año de contrato y es uno de los temas más sensibles que hay sobre la mesa por la larga relación que le une al club. Tras sufrir una grave lesión, su final de temporada en el Cartagena ha sido satisfactorio, aunque desde la ciudad departamental apuntan a que la dirección deportiva tiene otras prioridades entre las que no se encuentra el lateral zurdo.
En cuanto a los jugadores uruguayos, Olivera y Juan Gutiérrez parecen tener destinos muy diferentes. En el caso del primero su buena temporada en Boston River le abre algunas puertas en el mercado sudamericano, su representante ya lo intentó con Gremio, aunque sin éxito. El segundo ha venido participando en el filial de Nacional y parece lejano a que pueda la UDA amortizar la inversión realizada.
De lo más destacable entre los cedidos, un Gui Guedes que ha rendido bien en Lugo y que no parece que vaya a tener problemas para tener una nueva cesión en Liga Smarbank.
