Desde el inicio del torneo, la Rojita ha mostrado una determinación y un enfoque que han sido la envidia de sus rivales.
En un torneo lleno de talento emergente y emocionantes enfrentamientos, la selección española Sub-21 ha demostrado una vez más por qué es considerada una de las mejores canteras de Europa. Con una mezcla de habilidad técnica, táctica astuta y espíritu de equipo, los jóvenes españoles han dejado una huella indeleble en el Campeonato Europeo Sub-21 de 2023.
Desde el inicio del torneo, la Rojita ha mostrado una determinación y un enfoque que han sido la envidia de sus rivales. Con una serie de actuaciones impresionantes en la fase de grupos, los jóvenes españoles demostraron que no estaban en el torneo para hacer números, sino para competir al más alto nivel.
El equipo, dirigido por Santi Denia, ha demostrado una gran habilidad para amoldarse a las circunstancias cambiantes del juego. Ya sea enfrentándose a la presión de los penaltis o adaptándose a las tácticas cambiantes de sus oponentes, los jugadores españoles han mostrado una madurez y una compostura que desafían su juventud.
La cantera de la selección española está compuesta por un equipo en donde los jugadores se conocen desde hace años, por lo que tienen una compenetración natural entre ellos. Tras haberse coronado como campeones de Europa con la sub-17 y la sub-19, este era el momento para hacer historia haciéndose con el campeonato también con la sub-21.
En el centro del éxito de España destaca su formidable delantera, cuyos goles han sido vitales en la campaña del equipo. Con Abel Ruiz y Sergio Gómez como máximos goleadores del torneo, España ha sido la selección más goleadora del Europeo Sub-21. Pero esto ha sido gracias al esfuerzo de todo el equipo, con cada jugador desempeñando su papel y contribuyendo al éxito del equipo.
A medida que el torneo avanzaba, la Rojita continuó impresionando, superando a algunos de los equipos más fuertes de Europa y demostrando que tienen lo que se necesita para competir al más alto nivel.
A un paso de la victoria
En una final con reminiscencias históricas, Inglaterra se impuso una vez más a España en la final, llevándose el título por tercera vez en su historia con un resultado de 1-0.
Era una final en la que ambos equipos llegaban muy fuertes; España venía de ganar 5-1 a Ucrania e Inglaterra había cerrado su semifinal con un 3-0 ante Israel. Tal era el nivel de ambos equipos que hasta la mayoría de las casas de apuestas deportivas en línea presentaban unas cuotas similares para ambos, teniendo claro que cualquiera de los dos equipos podría alzarse con la victoria.
El marcador final de 1-0 reflejó un partido lleno de drama y polémica, con un gol solitario de Curtis Jones que no debió subir nunca al marcador, ya que tanto la posición de Jones como la de otro jugador inglés era completamente ilegal. La derrota fue aún más amarga para España, ya que Abel Ruiz falló un penalti en el último minuto del tiempo añadido que podría haber forzado la prórroga.
Esta derrota puso fin al sueño de una generación de jugadores que buscaban una triple corona continental sin precedentes en las categorías Sub-17, Sub-19 y Sub-21. Era la oportunidad para romper récords, ya que con esta victoria también habrían superado a Italia como la selección más exitosa de la categoría.
A pesar del resultado final, hay una cosa clara, y es que la selección española Sub-21 liderada por Santi Denia, quien ha tomado el relevo como seleccionador de la sub-21 este mismo año, ha demostrado tener un futuro brillante por delante.
Con una generación de jóvenes talentos que están listos para dar el salto a la selección absoluta, los aficionados al fútbol español tienen mucho que esperar de sus jóvenes promesas.
