VÍDEO BLOG #Minuto92: Ahora es el CB Almería: ¿Qué está pasando en el deporte de pista almeriense?, por Víctor J. Hernández Bru.
La ciudad y la provincia lo han encajado con una entereza y una parálisis envidiable… o no. Un nuevo deporte de pista, un nuevo deporte que no es el fútbol, sufre un mazazo inconmensurable y aquí parece que no ha pasado nada.
El CB Almería, que parecía estar ante su gran año, ante el debut de las chicas en la segunda categoría del baloncesto español y el más ilusionante proyecto para subir a LEB Plata, no va a presentar a concurso a ninguno de estos dos equipos.
El motivo, el de siempre: no hay dinero, no hay seguridad de que el proyecto vaya a estar económicamente cubierto. Ni hay suficiente ayuda pública ni se han sumado los apoyos privados que serían necesarios para que la cosa no tuviera posibilidades de acabar en catástrofe.
E insisto: nos quedamos todos tan tranquilos. Como si estuviésemos ya acostumbrados. Y es que lo estamos. Algunos no se acordarán y otros ni habían nacido. Me encanta hablar como si fuera un abuelo, pero la verdad es que en aquellos años posteriores a 2005, Almería era un reinado del deporte de pista. Teníamos al absoluto e indiscutible rey del vóley, que encadenaba títulos de Liga y Copa como si no hubiera otro candidato. En balonmano, habíamos llegado a la Asobal, nos manteníamos con cierta solvencia y además mirábamos con cierta imprudencia a Europa. Pero además teníamos dos equipos en la máxima categoría femenina y parecía que ello no tenía ningún mérito, que no era ningún esfuerzo. Y en baloncesto, el proyecto de Tíjola parecía una realidad incuestionable y tuvimos la fugaz aparición de un LEB Plata en la capital.
¿Qué queda de todo eso? Pues ahora mismo un equipo de voleibol que no ha peleado por los títulos este año, nada reseñable en balonmano desde hace más de una década y ahora también nada en baloncesto.
Y yo me pregunto: ¿alguien reflexiona sobre esto? ¿Los posibles patrocinadores, grandes empresas almerienses saben lo que ello supone popularmente, educativamente, para nuestros hijos? ¿Las instituciones están realmente felices con este empobrecimiento de nuestro deporte de elite?
Soy un liberal y, como tal, no creo que nadie esté obligado a colocar su dinero en ningún sito que no sea donde a él le dé la gana, pero no por ello dejo de reflexionar sobre lo que estamos pensando ante esta triste y yo diría que peligrosa realidad.
