El conjunto rojiblanco pone rumbo al stage pendiente de la venta de El Bilal Touré, la salida de varios jugadores y cuatro o cinco refuerzos que aún deben llegar.
El Almería reanudó los entrenamientos tras tener un día y medio de descanso después del partido amistoso disputado el pasado martes en El Ejido, y lo hizo realizando una sesión de trabajo vespertina en el Anexo. Con ella se pone fin a un tramo de la pretemporada y se entra en una nueva fase en la que los rojiblancos llevarán a cabo un stage de pretemporada en Marbella.
De hecho, este viernes, a primera hora, la expedición almeriense pone rumbo a Benahavís donde permanecerá concentrado hasta el próximo día 31 de julio. La plantilla entrenará en el campo de fútbol y en el gimnasio que dispondrá en su “cuartel general”, el resort La Quinta, situado en la citada localidad malagueña, y además disputará varios amistosos en el Marbella Football Center; en concreto el domingo 23 frente a la UD Las Palmas, que acaba de recuperar su plaza en Primera División y el jueves 27 contra el Málaga CF, que tras el descenso apunta a un proyecto ambicioso para volver a la LFP.
El Almería tendrá diez días muy intensos en los que además de llevar a cabo una completa preparación para LaLiga, también hará grupo, que es otro de los objetivos de una concentración previa a la temporada oficial.
Por otro lado ayer se incorporó ya, como estaba previsto, Samú Costa, que estuvo ejercitándose en el gimnasio en solitario. El portugués participó en la reciente Eurocopa sub-21 llegando a los cuartos de final.