VÍDEO BLOG #Minuto92: Al Tani, Turky y el presente, por Víctor J. Hernández Bru.
Leo a mi querido Tony Fernández, del que aprendo mucho cada día desde que empecé a escucharlo hace 30 años, hacer un paralelismo entre el Málaga del jeque Al Tani y el Almería de Turky. Y estoy de acuerdo prácticamente en todo lo que él dice.
Para nosotros, aquí en la esquina suroeste de Europa, el mundo de los califatos, los jeques y la filosofía de las grandes potencias económicas del petróleo en oriente es casi indescifrable: no conocemos sus relaciones, sus jerarquías de poder, sus contactos internos y externos y, sobre todo, desconocemos sus motivaciones vitales y sus intenciones.
La llegada de Al Tani a Málaga fue una revolución para el fútbol español, eso sí lo podemos recordar. Y aunque ahora esté muy de moda satanizar al personaje por el mero hecho de no haber querido repartir duros a cuatro pesetas, es decir, por haber salido corriendo con su dinero cuando descubrió que lo que alguien le había dicho que podía desarrollar en Málaga no era posible, la realidad de aquellos años es que nunca el Málaga ha estado como estuvo.
Fueron años de éxitos europeo, de Champions, de figuras de relevancia mundial que preferían el Málaga a otros equipos y de un proyecto que parecía no tener techo. Fue Málaga, como podría haber sido otro lugar y, habiendo transcurrido el tiempo que ha pasado, aún no sabemos por qué se eligió la capital de la Costa del Sol ni por qué la trayectoria se tornó tan siniestra, después de haber tocado casi el cielo.
Ahora, en Almería, todo nos parece maravilloso y nos hacemos grandes ideas de futuro. Suelo decir que las dos grandes maneras de amargarse la vida es regodeándonos en el pasado y tratando de adivinar el futuro.
Lo mejor que tiene el Almería no es su futuro sino su presente. Somos una provincia con cuatro ascensos a Primera División y estamos en uno de ellos. El club está saneado, tiene un potencial económico importante, la afición está enganchada y el estadio va a ser remodelado. Cierto es que, en mi opinión, todo ese potencial está en las manos gestoras equivocadas, pero nada es perfecto en este mundo.
Por tanto, el momento de disfrutar es ahora. No debemos caer en el error de fiar todo al futuro porque el futuro siempre es incierto. Ilusionarnos sí, pero no despreciar lo que tenemos ahora, porque todos en Almería ya sabemos lo que es volver a Segunda, lo que es cambiar al Madrid por el Alavés, al Barça por el Levante y al Betis por la Ponferradina.
Turky hará lo que tenga que hacer en el futuro, porque es absolutamente dueño de su voluntad y de su dinero, pero de momento lo ha colocado aquí y nos ha devuelto a Primera División. El momento de disfrutar es ahora.
