«Estamos lejos de lo que aún queremos», decía el propio entrenador en la rueda de prensa post partido, pero ¿qué quiere Vicente Moreno?
La derrota contra el Rayo en el Juegos del Mediterráneo nos dejó varias ideas de qué es lo que quiere Vicente Moreno con un equipo aún en construcción y unos jugadores que necesitan de tiempo, trabajo y entrenamientos para empezar a entenderse. «Estamos lejos de lo que aún queremos», decía el propio entrenador en la rueda de prensa post partido, pero ¿qué quiere Vicente Moreno?
Pues bien, esa pregunta solo la puede responder él mismo, como es lógico. Aunque desde aquí vamos a intentar ponernos en su cabeza y, a través de una serie de estadísticas, intentar sacar conclusiones más profundas de lo que ya pudo ver todo el mundo.
El Almería partía con un 4-2-3-1 con Ramazani detrás del punta, Lázaro por derecha y Embarba por izquierda. Sin embargo, si ahondamos un poco más y nos fijamos en las posiciones medias de los jugadores, podemos observar como en realidad era un 4-2-3-1 asimétrico, donde Ramazani tendía a caer a la banda de Lázaro Vinicius, prácticamente solapados, Embarba ocupaba el carril central y dejaba el costado izquierdo para las subidas de Akieme. Muestra de ello son los 5 centros realizó el lateral madrileño, segundo jugador del partido que más ejecutó por detrás de Adri Embarba (8).
Durante el encuentro pudimos ver a un Lázaro Vinicius inoperante y desaparecido por varios motivos. Unos dicen que su rendimiento depende de las primeras acciones que realice en el partido, otros porque no juega en la que teóricamente es la banda donde mejor se desempeña y también puede ser porque con esta forma de juego se pisaba continuamente con Ramazani, provocando que dos jugadores estuvieran ocupando mal los espacios. Probablemente sea un cúmulo de todas ellas y algunas otras que me dejo.
Lucas Robertone, jugador que más goles generó el año pasado junto con El Bilal Touré (9), se vio relegado a posiciones más defensivas, como podemos ver en su mapa de calo, posiblemente por el potencial que atesora el equipo vallecano en su banda izquierda y lo endeble que se muestra Alejandro Pozo en defensa.
Otro punto a tener en cuenta es la entrada de Marc Pubill en el 66′ que propició más llegada por la banda derecha que, unido a la sustitución de Vinicius por Arribas en el descanso, equilibró las llegadas del Almería por ambos costados. El mediocampista madrileño fue la nueva cara que mejor sensaciones dio en la parroquia almeriense y es que se le ven hechuras de jugador importante y con posibilidad de convertirse en la próxima estrella indálica.
Hablando de nuevos fichajes, Idrissu Baba para llevar apenas 24 horas en la ciudad y un entrenamiento estuvo correcto defensivamente aunque se le vieron las carencias ya sabidas en prestaciones ofensivas y de Dion Lopy tampoco se puede sacar muchas conclusiones con 20 minutos apenas sobre el césped.
Al fin y al cabo todo esto son conclusiones sacadas de lo que imaginamos que pudo haber pensado Vicente Moreno, la realidad es que lo que importa es ganar y el Rayo Vallecano lo hizo gracias a ser contundente en ambas áreas defendiendo con uñas y dientes la propia (Lejeune y Aridane acumularon hasta 15 despejes entre ambos) y marcando los dos penaltis con los que se encontró.
Moreno insistía en que «estaban lejos de lo querían» y hay un «gran margen de mejora», creo que todos estamos de acuerdo en esto. Sin embargo, si uno presta atención a estos detalles, se intuye parte de la idea de juego que el técnico de Massanassa quiere implantar en un equipo falto de 4-5 incorporaciones y varias salidas. En cualquier caso, sacar conclusiones a estas alturas es, a todas luces, muy precipitado.
Trabajo, tiempo y tranquilidad. Siguiente partido: Real Madrid.
