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Que sí, que sí: que todos, a toro pasado, sabemos dónde había que colocar la muleta, pero que a estas alturas sigamos dejándonos engañar con el cuento chino ése de que todos los entrenadores que vienen son muy malos y ahí residen los problemas de este club es demasiado fuerte hasta para el más forofo de los forofos.
Eran muy malos los portugueses, Pedro Emanuel y José Gómez, que tuvieron líder al equipo durante bastante jornadas, pero terminaron destituidos porque quienes los contrataron decidieron que ya no eran lo suficientemente buenos; era malo Gutiérrez, antes ‘Guti’, que efectivamente como entrenador es lo que es, pero que fue fichado como el descubrimiento de la pólvora; era malo Rubi, que se convirtió en el cuarto entrenador en subir a Primera con un equipo almeriense y además logró la permanencia el pasado año; y ahora es horrible Vicente Moreno, que se debió equivocar en Mallorca y Español o bien que ahora de repente ha olvidado todo lo que sabía.
Y mientras tanto, nos sigue costando un tremendo trabajo mirar a la luna en lugar de al dedo que la señala, nos resistimos a rendirnos ante la evidencia de que el club está dirigido por amateurs, por personas que antes jamás habían tenido éxitos futbolísticos al nivel de Rubi o de Vicente Moreno, por un CEO cuyo currículo balompédico se resume en cuatro años de agente de jugadores y uno de dirigente juvenil en el Pyramids, antes de aterrizar en el Almería, donde está viviendo el mejor momento de su vida… a costa del dinero de Turky.
Y sí, nos preguntamos por qué esta semana Vicente ha retirado del campo a Lopy, por qué no le da bola a Koné, por qué ni él ni Rubi contaron con Kaiky ni con Lázaro Vinicius y por qué ambos dejan claro que otras ‘estrellas’ que según El Assy y Turky habían venido a la UDA, como Mendes, Milovanovic, Appyah, Guedes, Svidersky, Gutiérrez, Olivera no son jugadores para un equipo de Primera, como antes no lo fueron para Segunda los Pedro Mendes, Schettine, Ivanildo, Nelson Monte y compañía.
Eso quien se lo pregunte, porque yo tengo la respuesta absolutamente evidente, porque no tengo absolutamente ninguna duda de que quienes los han traído no lo han hecho persiguiendo la mejor plantilla posible, sino otros objetivos mucho más relacionados con lo económico que con lo deportivo.
Y mientras tanto, Moreno ya tiene la soga bien colocada alrededor de su cuello, mientras Rubi se descojona de quienes aún se preguntan por qué decidió irse al paro antes de continuar en el club en el que había encadenado dos éxitos seguidos, mientras una parte de la afición sigue pensando que la solución es poner a los jugadores que ni Rubi ni Moreno han querido poner, por la sencilla razón de que no tienen nivel Primera División, a pesar de que el ‘Comando Fontaneiro’ ha invertido, este verano, más que ningún otro equipo en fichajes salvo el Real Madrid, con el resultado de que el equipo es el colista de la clasificación. Mientras ello ocurra, los miembros del ‘Comando’ lo seguirán celebrando cada semana en un afamado local de Aguadulce, mientras tú te vas a la cama sin dormir, acordándote de la familia de los entrenadores que van aumentando la lista de este singular cementerio.
