VÍDEO BLOG #Minuto92: Tranquilos, que no hay prisa: ya llegará el entrenador, por Víctor J. Hernández Bru.
Ocho jornadas de liga, tres puntos de 24 posibles, posición de ‘farolillo rojo’ cada día más destacado, un entrenador menos y un equipo roto. Creo que pocos podrán discutir esta panorámica de la UD Almería, cuando aún no se ha consumido el primer cuarto del campeonato.
Este verano, me he cansado de escuchar la frase “¿Qué prisa tienes? Deja trabajar a la gente del club, que ellos saben lo que se hacen”, cuando he denunciado y advertido del peligro de la inacción del club, no sólo este año, sino desde que Mohamed El Assy se hizo con el mando de las operaciones.
Ahora, el club está sin entrenador, con varios lesionados, alguno de gravedad, aunque en la mayoría de los casos sin información de lo que ocurre, y sin que nadie de la cúpula directiva del club haya ofrecido explicación alguna de lo que está ocurriendo.
Comienza, tras una jornada liguera en la que el equipo ha tenido que comparecer con un entrenador provisional y del filial, una nueva semana en la que sigue sin haber entrenador, después de que varios de los consultados hayan renunciado a hacerse con las riendas del plantel rojiblanco.
Y la vida sigue, los días pasan, la liga se va consumiendo y no hay reacción alguna. Y no la hay porque a quien manda en el club, todo esto no le inquieta, como no le inquietó el irse de vacaciones en el primero de los meses del mercado estival de fichajes, como no le inquietó que ese mes de junio terminara sin ni un solo fichaje y el siguiente, julio, se saldara con un fichaje en sesenta días; como no le inquietó que en pretemporada no participara casi ningún fichaje de esta temporada y que buena parte de los minutos se los repartieran futbolistas que era evidente que no iban a tener ningún protagonismo en la temporada.
Yo quiero pensar que aquellos aficionados que me decían en verano que no había que tener prisa, que ya llegarían los fichajes, ahora están cambiado de opinión progresivamente, que ya no les hace tanta gracia que el equipo no haya conseguido ganar, que el plantel no arranque y que los puntos no lleguen y que, una semana después de haber destituido al entrenador, el club no haya conseguido encontrarle un sustituto.
Porque yo entiendo que no todo el mundo no tiene por qué gobernar sus vidas con el lema de la mía, ‘no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’, pero hombre, dejar pasar dos tercios del amplio plazo de tres meses para fichar incorporando a un solo refuerzo es un signo ya evidente de que algo no está funcionando en el club de que se trate.
Obviamente, yo ignoro lo que va a ocurrir, si van a encontrar a un técnico de garantías y si éste va a lograr el milagro de la ya casi utópica permanencia, pero lo que sí tengo claro es que la manera en la que este señor gobierna el club está a años luz de ser la forma en la que ha de gestionarse un club profesional de cualquier deporte.
