VÍDEO BLOG #Minuto92: La UDA, un desastre no sólo deportivo y de gestión, sino también en la parcela informativa, por Víctor J. Hernández Bru.
El otro día, en un acto público, un profesional que se encontraba cortando jamón, maravillosamente, por cierto, se dirigía a mí y me espetaba: “Vaya repasos que le das a El Assy todas las mañanas”. El mago del cuchillo largo se refería, obviamente, a este humilde #VídeoBlog que, puedo estar equivocado, me da la impresión de que cada día tiene más seguidores.
Desde ese día, he reflexionado varias veces sobre la frase, porque mi intención no es, ni mucho menos, amargar el café con porras (suponiendo que el referido desayune eso; suponiendo que a las horas del desayuno se encuentre levantado de la cama) a nadie, sino simplemente analizar la realidad.
El problema es que a la realidad de la UD Almería no hay por dónde cogerla en prácticamente ningún aspecto. En lo deportivo, ya sabemos lo que hay; y en la gestión general de la entidad, también. Pero hoy quiero hablar del plano informativo.
Leía ayer en la prensa que Pubill va a ser operado próximamente y esto se presentaba como una novedad, cuando la operación de un futbolista que lleva tiempo sin jugar es algo que está cantado desde bastante antes. Y además, leía en La Voz un artículo que se preguntaba sobre qué es lo que está pasando con Embarba.
Ambos asuntos definen a la perfección la política de información, aunque cabría mejor decir de desinformación de la UD Almería. Y fíjate, en esto no voy yo a hacer responsable al CEO de la UDA, a pesar de que evidentemente él es el responsable máximo de todo lo que ocurre en el club.
Porque la UD Almería es el club más opaco de la LFP desde incluso antes de que Turky y El Assy aterrizaran por vez primera en Almería. Esto no es algo que haya cambiado, como sí lo han hecho, a peor, otras muchas cosas en esta UDA que ya tenía mucho margen de mejora, por decirlo finamente, en la época de García Gabarrón, pero que en muchos aspectos está exageradamente peor.
Pero en el plano informativo, la cosa no ha cambiado, sigue igual; igual de mal. Que todavía no sepamos qué pasa con Embarba, que no haya habido comunicado sobre el problema de Koné en su brazo, que no se sepan detalles de la lesión de Pubill o que falte mcuhísima información sobre el estado de Robertone no es más que la herencia de esa UDA que institucionalizó la ausencia de partes médicos, mucho antes del cambio en la propiedad.
Hace tiempo que me di cuenta, a ciencia cierta, de que el responsable de estos inexplicables sucesos y formas de trabajar es el antiguo jefe de prensa, hoy elevado a la categoría de jefe de relaciones públicas porque él, yo que lo conozco a fondo lo puedo decir, odia profundamente el trabajo de periodista, le molesta, le cansa, le resulta molesto y agotador.
Pero la pregunta es, ¿y qué culpa tiene de esto nuestra afición, nuestra habitualmente desinformada afición?
