25.000 espectadores disfrutaron de la prueba automovilística de mayor interés en toda la provincia.
El automovilismo almeriense tocó su momento culmen del año el pasado fin de semana en Macael. Sin lugar a dudas, la Subida del Mármol es cada temporada el evento más esperado por propios e impropios. Decenas de miles de personas se congregaron de viernes a domingo en las canteras para presenciar un espectáculo del motor en un enclave inmejorable. Caracterizada especialmente por su gran afluencia de público, la prueba puntuable para el Campeonato Provincial cumplió 47 ediciones celebrando un récord, el de participantes. Por primera vez en su extensa historia iba a contar con 126 pilotos, además de los muchos que se quedaron en reserva ansiosos por participar. Y es que tal y como comentó el alcalde macaelero en la presentación oficial, «la noche cae cuando cae y el circuito no está iluminado. Nos hubiera gustado que participaran todos los que han quedado en reserva».
Según cifra el Ayuntamiento de Macael, entre 20.000 y 25.000 personas disfrutaron de la jornada decisiva de la carrera. El domingo, aderezado por una inmejorable climatología, todos los parkings de la localidad colgaron el cartel de completo. El ambiente se hizo notar en la parte final de la subida, en la que los pilotos observaron como una gran muchedumbre les alentaba en la fase más icónica del recorrido. Con todos los ingredientes necesarios para volar por el asfalto, los coches respondieron a las grandes expectativas.
Ya desde las primeras pruebas de entrenamientos oficiales se entrevió un poco de lo mucho que iban a ofrecer los pilotos, que no escaquearon en esfuerzo ni en las fases no puntuables. De hecho, en todos los entrenamientos realizados la marca más rápida bajó de los tres minutos. No obstante, los primeros compases de la cita quedaron marcados por el abandono de otro de los grandes favoritos, José Antonio Aznar. El Peugeot 206 WRC II del almeriense no llegó a circular ni medio circuito y le obligó a terminar su participación antes de tiempo debido a una avería.
Tras la baja de Aznar, el cupo de favoritismo quedó muy bien distribuido entre otros grandes pilotos alistados a la prueba y que desde el primer día quisieron reivindicarse como tal. En la primera toma de contacto ejecutada en la mañana del sábado, hasta cuatro coches pararon su cronómetro antes de los 180 segundos. Las sensaciones iniciales configuraron una quiniela que no se volvería a deshacer en el resto del fin de semana. En todo momento, Manuel Rueda, Gerard de la Casa, Carlos Muñoz y Miguel Ángel Clemente mantuvieron expectantes al público en cada una de sus salidas a pista.
Después de una mañana en la que de la Casa y Rueda se llevaron los primeros puestos sin puntos en juego, fue Clemente el que más brilló a la hora de la verdad, y es que jugaba en casa y defendía los colores de su tierra. La cara más reconocible de la Escudería del Mármol se apuntó el primero de los tres asaltos con un impresionante tiempo de 2:45:494. Un segundo por detrás quedó el propio Gerard de la Casa, que venido desde Andorra, prometía dar guerra hasta el último instante. Su experiencia le convirtió en un rival temido por toda la parrilla, que en el único entrenamiento del domingo firmó por segunda vez el mejor tiempo de la toma de contacto. Sin embargo, cuando se volvieron a repartir los puntos, la vida seguía igual. Miguel Ángel Clemente se mantuvo en cabeza bajando incluso de su mejor marca. Y por su parte, el del principado redujo la disputa de favoritos a cosa de dos al quedarse a tan solo seis décimas del Porsche 991 G
