VÍDEO BLOG #Minuto92: Podemos empezar por el balón parado, por Víctor J. Hernández Bru.
Obviamente, no envidio a Gaizka Garitano en nada en absoluto. Si uno fuera el técnico vasco, la verdad es que al llegar al equipo rojiblanco se preguntaría qué es lo que hay que arreglar para ir mejorando, aunque en el caso rojiblanco, quizás saldría más barato preguntarse qué es lo que funciona de manera más o menos razonable.
No hay nada que carbure mínimamente bien, ésa es la verdad y si de lo que se trata es de decidir por dónde empezar primero, la decisión requeriría más de un cónclave al más alto nivel… y de varios días o semanas.
Sin embargo, no cabe duda de que el balón parado es uno de los aspectos que peor funcionan en este equipo. A principio de temporada se nos habló de Dani Pendín como un gran experto en el ensayo de jugadas a balón parado y uno entendió que se trataba tanto de organizarlos en ataque como de defenderlos atrás.
Con la marcha de Vicente Moreno, llegaba otro equipo técnico nuevo y, en él, también se nos dijo que Pachi Ferreira era un estudioso de la cosa, con lo que más de uno pensó que los días de ser objeto de la chufla goleadora a pelota estática se habían acabado.
Nada más lejos de la realidad. Basta con echar un vistazo retrospectivo a lo que ocurrió en la última comparecencia liguera, con dos goles a la salida de córner prácticamente calcados, con cabeceador hacia atrás en el primer palo y remate en el segundo con la misma compañía defensiva que Robinson Crusoe.
Sinceramente, con todos los respectos a los grandes expertos en la defensa de la estrategia, no parece tan difícil defender esa jugada con la que Imanol Alguacil sacó petróleo de su vista a casa de su colega y posiblemente consuegro. Acaso montar jugadas que nos traigan los goles que nos están faltando pueda parecer empresa de mayor complicación, pero defender un poco al tipo que cabecea hacia atrás en el primer palo y echar un ojito al ‘carroñero’ del trasero de la defensa no tienen pinta de tareas irresolubles.
En todo caso, conservo algo más que una duda acerca de si, en lugar de falta de trabajo o de ideas claras por parte de los estrategas, lo que esté fallando sea más bien la incapacidad de los actores que han de interpretar el guión. Si es así, ello no sería novedad en el capítulo concreto de la defensa de la estrategia, puesto que hay, digamos, algunos otros detalles para los que el reparto no parece tener claro cuáles son los matices de cada uno de los personajes.
Definitivamente, si se trata de decidir por dónde empezar, seguramente no sería mala cosa hacerlo por el balón parado. Y luego ya veremos…
