VÍDEO BLOG #Minuto92: El partido contra el Betis, ¿para el optimismo o para el pesimismo?, por Víctor J. Hernández Bru.
Los optimistas suelen ver el vaso medio lleno. Los pesimistas acostumbran a verlo medio vacío. Y ambos están igual de equivocados, porque los vasos no están ni medio vacíos ni medio llenos, están a medias.
Hade un par de días, la UDA estaba con 3 puntos de 42 posibles y ahora suma 4 de 45. ¿Está mejor o peor? No es fácil responder a esa pregunta. Lo que es incuestionable es que está mal, muy mal. Y por tanto, no hay motivos para el optimismo.
El domingo, los de Garitano jugaron ante el Betis, que es un equipo objetiva e infinitamente mejor que nosotros y se logró un empate. Dicho así, el resultado no parecería malo. Es lo que tienen las verdades a medias, que a veces engañan.
Si completamos el relato, para pasarlo de verdad a medias a verdad, la realidad es que empató en casa ante un Betis que venía de jugar en Praga el jueves, que no ha tenido tiempo de preparar el partido, lo cual me da exactamente igual porque ése es su problema, y que jugó más de una hora con un futbolista menos.
El dictamen comienza a cambiar un poco. Y si añadimos que la UDA tiró 19 veces a portería, de ellas siete entre los tres palos, para cosechar la friolera de cero goles, habrá quien extraiga una conclusión optimista, pero a mí la que me parece realista es que el Almería está años luz de tener la calidad suficiente para ganar un partido, porque para ello es imprescindible marcar algún gol.
Pensar que hay brotes verdes o luz al final del túnel porque se empata en casa ante un rival que ha jugado más de una hora con un hombre menos no deja de parecerme un comportamiento absolutamente infantil, pero es cierto que el ‘forofismo’ es eso: comportarse en un ámbito de la vida como sólo lo haría un niño chico en el resto.
La UDA evidenció el domingo en el Mediterráneo algo que yo llevo repitiendo semanas: que es prácticamente imposible que gane un partido; que puede estar más o menos cerca de cosechar un empate, pero que para ganar han de darse aún más circunstancias que jugar la gran mayoría del tiempo de juego con uno más, en casa y con el oponente físicamente fundido.
Y eso, siento tener que decirlo, aunque le cabree a los ‘voceros bufanderos’, dicho así o en singular, pero no va a ser nada fácil que de aquí al final de la primera vuelta, incluso de aquí a la conclusión del campeonato, se junten tantos factores favorables para la UDA como se juntaron el domingo.
Así pues, mi impresión tras lo del domingo no es de vaso medio lleno ni medio vacío, ni siquiera a medias; mi impresión es de vaso vacío, acaso con unas gotas, que puede darnos para algún empate más, pero que bajo ningún concepto nos va a permitir acercarnos demasiado a los diez puntos a final de la primera vuelta, para lo cual restan cuatro partidos, ante Atlético, Mallorca, Barcelona y Osasuna. Con cuatro puntos de 45, yo firmaría llegar a la mitad del campeonato con siete. Y eso, de nuevo lamento tener que meter el dedo en la llaga, da para un descenso absolutamente seguro.
