VÍDEO BLOG #Minuto92: La vergüenza de no pagar al entrenador que te ha hecho equipo de Primera, por Víctor J. Hernández Bru.
Las cotas de falta de vergüenza en la gestión de esta UD Almería nunca parecen alcanzar su cifra máxima. Cuando somos testigos de un episodio que parece ser insuperable en cuanto al sonrojo, siempre llega otro que lo deja pequeño, que lo supera con creces, que incrementa el rubor para quienes sienten los colores y defendemos al equipo de nuestra tierra.
El Almería es colista, el peor equipo profesional de Europa, el segundo peor equipo en la historia de la Primera División, con impagos a proveedores alguno de los cuales ha llegado a cortarle el crédito, inmerso en el caso de las posibles multas por haber tratado con Rusia cuando estaba prohibido, vetando a periodistas, plantando a presidentes de la Junta, con sus dirigentes yéndose de vacaciones cuando toca cerrar la plantilla o ausentándose cuando es momento de dar explicaciones, con un directivo de la época de García Gabarrón siendo presentado en la tele como su responsable de relaciones institucionales, con representantes de jugadores hablando pestes sobre sus dirigentes y con cuatro puntos de 48 en la clasificación.
Podría seguir, pero no tengo más remedio que ir a la penúltima: ya es oficial, ya ha saltado de manera clara a la palestra de la información la noticia de que la UD Almería aún no ha terminado de liquidar las cantidades que adeuda nada menos que al técnico que lo convirtió en equipo de Primera División, al entrenador con el que se materializó el cuarto ascenso a la categoría de oro del fútbol español y que, un año después, lograba la permanencia.
Rubi no ha cobrado y, sinceramente, más allá de que no pagar al que ha trabajado para ti es una indignidad sobresaliente, no hacerlo al entrenador que ha cosechado los dos éxitos más descollantes desde que Turky llegó a Almería y desde que El Assy recibió el erróneo encargo del jeque de intentar gestionar algo para lo cual no está capacitado, eso ya supera todos los límites.
Han sido varios los medios que se han escandalizado públicamente de la vergüenza de no pagar lo que se le debe a uno de los cuatro únicos entrenadores que han protagonizado ascensos de un equipo almeriense a Primera División. Y digo algunos medios, porque otros prefieren pasar de puntillas también sobre este sonrojante asunto. Y es que el periodismo se ha dividido de manera definitiva entre quienes cuentan noticias y quienes andan por ahí midiendo de qué manera logran trincar para sobrevivir, a costa de traicionar a su propia profesión.
