El jugador del Milán se debate entre salir de Europa y jugar en Boca Juniors o aceptar una cesión hasta final de temporada en UDA o Cádiz CF.
El nombre de Luka Romero ha irrumpido con fuerza en el mercado de la UD Almería, aunque su incorporación no parece nada sencilla para un club rojiblanco que sigue dejando pasar los días del mercado invernal sin un triste movimiento. Con el descenso prácticamente firmado, la intención de la entidad no es la de hacer grandes movimientos, pero sí algún retoque que permita elevar el nivel actual para firmar una puntuación digna.
El jugador nacido en México y de origen argentino sorprendió al mundo del fútbol debutando con solo 15 años en el Real Mallorca, aunque no terminó de consolidarse en el conjunto balear, lo que no impidió que grandes clubes europeos lo mantuviesen en su agenda. Su siguiente paso fue marcharse a la Serie A para vestir los colores de la Lazio, de donde puso rumbo a Milán tras cumplir contrato.
Pese a que las expectativas para esta temporada eran bastante positivas, recibiendo los elogios del técnico, Pioli, finalmente su participación ha sido residual y el prestigioso equipo transalpino tiene claro que debe buscar minutos en otro club. La intención del jugador es clara, tal y como ha transmitido su entorno, jugar en Boca Juniors, aunque la entidad milanista y sus propios representantes ven como mejores ojos que siga en Europa.
La llegada de Luka Romero sería en unas condiciones cuanto menos peculiares, ya que sería cedido hasta final de temporada y sin opción de compra, una fórmula de la que hasta hace poco renegaba el CEO de la UD Almería, Mohamed El Assy. Ahora, las necesidades han cambiado en el club rojiblanco y el nulo margen salarial obliga a abrirse a operaciones poco dañinas en lo económico.
