Como hemos podido ver este fin de semana, la Liga es cada vez más parecida a la WWE. La WWE es una lucha en la que los luchadores pactan con su jefe quien es el que va a ganar, lo hacen muy real, pero todos sabemos que no es real, lo mismo pasa con la Liga. Se pacta desde arriba quien tiene que ganar y al final, gana el que tiene que ganar. Con la diferencia de que en la lucha libre manda un jefe, los dos se ponen de acuerdo… y aquí lo mismo.
Ayer lo pudimos ver, un penalti inexistente, con dos faltas previas del Real Madrid, un gol anulado cuando el árbitro cuando está a dos metros y lo deja seguir, no lo ve como falta, un gol de mano en el que no le ponen las tomas reales de cómo ha sido… cada vez más estamos viendo como la Liga es un entretenimiento donde el deporte ya no es el deporte, gana el que tiene que ganar desde arriba, se descuenta el tiempo que haga falta hasta que ganes y luego está lo del tonto del bote.
En todos lados está el tonto del bote o el tonto del pueblo, a la profesión del periodismo la deja fatal un tal José Luis Sánchez que no reconoce nada. Todos los periodistas, o casi todos, ven penaltis o no ven penaltis, ven las faltas… este no, todo es a favor del Real Madrid y, encima faltando el respeto, pues ya está, tenemos tonto del bote, el tal José Luis Sánchez.