Después de ver el partido el otro día ante el Alavés, la vergüenza que volvimos a pasar, y después de las ruedas de prensa de los protagonistas, que estuvieron bien, que creen que se pueden salvar, Baptistao realiza unas declaraciones que creo que no entiende bien el castellano porque vamos que diga que él cree que se va a salvar, que el otro día se estuvo bien, que llegaron tres veces y nos metieron tres goles, bueno, pues es que eso es el fútbol, llegar y meter y que no te metan.
Al final, te quedas con cara de tonto y, otra vez, con cero puntos. En el fútbol de hoy en día es importante tener orgullo y no veo a estos jugadores con orgullo, no veo a nadie que le duela esta situación porque, claro, cuando son partidos ante el Real Madrid, Barcelona, Gerona, sí que vemos la actitud de dar bocados, ¿qué pasa?, que son partidos que los ve todo el mundo, al Real Madrid lo ve todo el mundo, al Atlético de Madrid lo ve todo el mundo, al Barcelona lo ve todo el mundo, cuando juegas ante el Alavés no lo ve tanta gente en televisión y corres menos, hay menos actitud y al final lo que pasa es que te meten tres.
Yo cuando jugaba al fútbol tenía orgullo, me metían un gol, dos goles y me daba vergüenza cuando iba perdiendo 2-0 ó 3-0, quería remontar, quería al menos meter el gol del honor. Aquí no, se ha perdido, nos falta la figura de ese capitán que grite a los demás, que estimule, que motive… desde el banquillo sí, vemos que gritan, pero vemos que no cala el mensaje como que los jugadores no creen en él o que ya les da igual. Sí que le pido a los jugadores que si ellos no tienen orgullo, por lo menos, por la afición, por la gente que se ha gastado una pasta en un abono, por esos niños que van ilusionados a ver el fútbol, por lo menos por ellos que corran todos los partidos, ya no hay excusa de entrenador, se nota que la culpa es de los jugadores porque no tienen orgullo, no tienen sangre.
