VÍDEO BLOG #Minuto92: Vamos que nos vamos, por Víctor J. Hernández Bru.
Pues sí: ésta es la filosofía de vida de esta UD Almería de Mohamed El Assy. ‘Vamos que nos vamos’ es el eslogan, la piedra filosofal sobre la que descansa la estrategia general de un club gobernado por las tardes y por las noches, en el que la planificación es una ‘rara avis’, el adelantarse a los acontecimientos es una quimera y el trabajo duro en el día a día una horterada de pobres que no está de moda.
Como si estuvieran tomándonos el pelo, como si el ‘sujétame el cubata’ se hubiera apoderado de todo el ‘modus operandi’ corporativo del club, una vez más, el Almería ha despilfarrado todo el mercado de enero sin hacer ni un solo movimiento significativo hasta el penúltimo día en el que de repente, como si alguien se hubiera despertado de un largo letargo, o de algo peor, se han desatado todas las operaciones.
La marcha de Akieme, la llegada de Choco Lozano cedido, las gestiones para encontrar un recambio al canterano azulgrana, la marcha de Puigmal, Svidersky y Kaiky y alguna que otra operación más se han desencadenado como si el dique que impedía el movimiento de aguas se hubiera derrumbado de pronto y sin explicación alguna.
No hay explicación para tan perjudicial comportamiento en los momentos en los que se abren las ventanas de mercado. No hay quien se explique por qué la UDA dejó pasar el mes de junio pasado sin ni un solo fichaje y el de julio con una sola incorporación, para terminar llenado la ‘saca’ de futbolistas carentes del nivel de Primera División de prisa y corriendo a finales de agosto, incluyendo el pago de seis millones de más por el fichaje de un jugador el último día, cuando semanas atrás se podía haber incorporado por esos seis millones de menos.
Pero si eso es inexplicable, mucho más aún lo es el que, ahora en enero, cuatro meses después, se repita el error corregido y aumentado, no ya dejando para la última semana todas las operaciones, sino tratando de concentrarlas en los dos últimos días, sin haber aprendido nada del pasado más reciente.
Hace tiempo que vengo diciendo que esto no va a cambiar, porque para que alguien cambie, para que alguien intente mejorar, el primer condicionante que ha de darse es que él mismo piense que tiene margen de mejora, es decir, que no es perfecto, que no es el más listo, el más alto, el más guapo.
Y ese ingrediente, sinceramente, ni se da ni se va a dar. Quienes rigen los destinos de este club, hay que recordarlo, con 6 puntos de 66 posibles, el peor de la Europa profesional, el segundo peor de la historia de Primera División, no ofrecen ni el más mínimo atisbo que permita pensar que crean que han hecho algo mal.
Así que, una vez que acabe este mercado, habrá que esperar al próximo, donde la táctica volverá a ser la del ‘vamos que nos vamos’.