VÍDEO BLOG #Minuto92: Dejemos a Luka ser feliz en Almería, por Víctor J. Hernández Bru.
Es normal e, incluso, en cierto modo hasta legítimo, que en una situación de extrema necesidad como la que vive la UD Almería, cualquier rayo de sol se entienda como temporada alta, cualquier saludo se considere una insinuación, cualquier agujero sea considerado trinchera.
La temporada está siendo extremadamente dura y lo peor es que algunos lo vimos venir en agosto y el resto tuvieron que hacer un esfuerzo considerable para no darnos la razón. Es decir, que hemos estado engañándonos o intentándolo durante buena parte del año, a fin de no arrojar prematuramente la toalla.
Sin embargo, el sufrimiento de todo el año no debe llevarnos a más engaño y, sobre todo, a engaños que pasan por ser trampas al solitario, con el perjuicio que ello conlleva para nosotros mismos.
El pasado sábado, Luka Romero hizo un buen partido; así, en términos generales. No un partido mayúsculo, no un partido para darle directamente el balón de oro. Simplemente un buen partido. Y esto, insisto, en el duro contexto que se lleva viviendo desde el arranque de la temporada, ha sido considerado por algunos como la noticia de la temporada, sinónimo de que haber encontrado a la estrella que el club ha buscado sin éxito hasta ahora.
Y como suelo hacer en estos casos, como ya hice en agosto con el caso de Arribas, he de decir que es un craso error, un comportamiento que no beneficia a nadie y mucho menos al propio chaval.
Romero es un chico joven, que tuvo destellos en Mallorca y viene de no jugar en Milán. A su llegada, prácticamente no había contado para Garitano, hasta el punto de provocar cierta sorpresa en los medios y en la afición. Que ahora por haber marcado dos goles en un partido, porque sinceramente su actuación no tuvo mucho, más allá de dichos tantos, no lo convierte ni en una estrella, ni en un gran acierto ni, por supuesto, en la revolución de no sé qué mercado.
Con la que está cayendo, lo que el Almería y su afición necesitan son enormes dosis de realismo, rigor y espíritu crítico. Y con ello, lo de Luka es simplemente una anécdota, al menos por ahora. Si de aquí a final de liga el chico mantiene un nivel parecido, entonces estaremos ante un buen jugador, repito no una estrella. Un buen jugador que ha venido para nada, porque ni se va a quedar aquí, porque además no hay ni cláusula de compra, ni habrá servido para conseguir la permanencia, que ya es absolutamente imposible.
Pero ponerle sobre sus hombros la presión de ser la estrella de esta UDA, como se hizo en agosto con un chico que venía de Segunda B, como Arribas, es una gran injusticia para él, además de un gran ridículo para quien lo haga. Luka se merece ser feliz en Almería, que bastante sacrificio ha hecho viniendo, y las presiones que las aguanten otros, que son los responsables de este desastre.
