VÍDEO BLOG #Minuto92: El adiós de Garitano y la picadora de carne, por Víctor J. Hernández Bru.
Nadie se marcha bien de este Almería, especialmente los entrenadores. El último ha sido Garitano, que ha seguido los pasos de Rubi y de Vicente Moreno, tercer entrenador que coge la puerta en algo más de medio año, de nuevo víctima de la incapacidad de los que toman decisiones en la entidad y de una nueva campaña de desprestigio nacida de las entrañas económicas de la UDA y ejecutada por los medios amigos.
Garitano no ha ganado ni un solo partido. Como Vicente Moreno y como Alberto Lasarte, aunque éste con pocas oportunidades para ello. Se va sin despedirse, sin una rueda de prensa para decir adiós, con un escueto comunicado, con el que cumple con la más básica corrección y educación, pero sin ni un gesto de cariño por parte del club.
Las relaciones con el CEO estaban rotas desde hacía tiempo. Como le ocurrió antes a Vicente Moreno, al que éste, el mismo que le dio un equipo armado con tirachinas para competir en la guerra mundial, lo ha puesto como un guiñapo para evitar que el chaparrón le cayera a él mismo.
Con Rubi no se atrevió, El Assy, porque el de Vilasar de Mar lleva puesto el paraguas de un ascenso y una permanencia en Primera. Pero en la sombra, el CEO se hinchó de echarle encima a sus perros de presa, para desprestigiarlo ante la afición, a pesar de sus éxitos deportivos, lo cual contribuyó, junto al sindiós organizativo y de gestión, a que tras la segunda temporada de éxitos, el técnico decidiera marcharse al paro en lugar de continuar en un banquillo de Primera División.
Ahora es turno de Garitano, repito, el tercer entrenador que hace las maletas desde el pasado mes de mayo, sin que nadie sepa muy bien qué es lo que se busca con este nuevo relevo, entre otras cosas porque nadie lo ha explicado, y para redondear una campaña en la que todo empezó con un mes de junio sin fichajes y un julio con una única incorporación, para dar paso a una política de fichajes cuyo resultado fue empeorar el plantel del año anterior, a pesar de haberse salvado en la última jornada y gracias a un penalti en el minuto 84.
Nos despedimos de Garitano, que no pudo hacer más de lo que hizo, entre otras cosas porque no le dieron un equipo de Primera División, pero que sí que pudo haber estado más inspirado en las salas de prensa, donde contribuyó a perder la confianza del equipo, del club y también de la afición.
Se va Garitano, una víctima más de esta picadora de carne en la que El Assy y sus colegas de fiestecillas han convertido a la UD Almería.