El técnico madrileño se estrenó con victoria en una semana en la que la cúpula rojiblanca debatió en Riad sobre nombres como Rubén Albés o Alessio Lisci
Pepe Mel asumió en su presentación su rol de ‘bombero’ o ‘apagafuegos’, algo consensuado con el club que le ofreció el banquillo por diez partidos y que aunque deja abierta la puerta a su continuidad maneja desde hace tiempo otros nombres para hacerse cargo del equipo en lo que se espera sea un proyecto muy ambicioso la próxima campaña.
Mientras Mel se tenía que conformar con ser presentado de manera oficial por el director de Comunicación del club, que además hizo el ridículo en ese acto, en Riad se debatía sobre la planificación de la próxima campaña y el hombre que debe sentarse en el banquillo, con un perfil claro y que se separa mucho de lo que ofrece el experimentado entrenador madrileño.
Rubén Albés lleva en la agenda de la UDA desde antes incluso de que se hiciese cargo del Albacete Balompié. Su Lugo, que empató por tres veces en el Juegos del Mediterráneo, gustó a la cúpula rojiblanca que le sigue teniendo en alta consideración pese a que esta temporada está sufriendo mucho para lograr la permanencia. El otro nombre en cartera es el de Alessio Lisci, otro entrenador joven, pero con experiencia, que emergió en un Levante UD en dificultades y que está firmando una temporada decente en el Mirandés, aunque igualmente de más a menos.
El interés de la UDA por estos dos técnicos puede toparse con el ‘efecto Mel’, ya que el técnico parece haberse hecho con el vestuario en un tiempo récord y también con un sector de la afición que tras su victoria en Gran Canaria ya empieza a reclamar su continuidad.