VÍDEO BLOG #Minuto92: Una victoria que da para muchas interpretaciones, por Víctor J. Hernández Bru.
La UD Almería ya tiene una victoria en su casillero y ha alejado el peligro, que era absolutamente real y factible, de terminar la temporada sin haber estrenado su casillero de triunfos.
El propio Pepe Mel dijo, tras lograr los tres puntos, que se temía que éstos no iban a servir para nada y es evidente que, clasificatoriamente, llevaba toda la razón, aunque también dio a entender que se trata de un paso adelante importante para la moral, tanto del equipo como de la afición.
Lo que está claro es que la victoria de Las Palmas de Gran Canaria no merece ser celebrada. Celebrar un triunfo que es el primero después de 29 partidos es haber perdido del todo la perspectiva, puesto que todo lo que se haga en esas circunstancias no es más que regodearse en la profunda miseria en la que el equipo y el club viven desde que arrancó, como mínimo, la presente temporada.
Incluso me cuesta trabajo entender que a los jugadores se les haya dibujado una sonrisa en la cara, puesto que no hay motivos ni siquiera para sonreír. Y como he dicho ya mil y unas veces, la culpa no es suya, puesto que ellos no son responsables de tener el nivel que tienen; como tampoco era culpa de los entrenadores que han precedido a Mel, que han hecho lo que han podido con un plantel hecho sin ningún tipo de rigor, planificación ni conocimiento, sino basándose únicamente en criterios comerciales y buscando una posterior venta.
Pero eso ya es pasado. Ahora lo que hay es un equipo que lleva una victoria en el último partido, un cien por cien de efectividad en la ‘era Mel’ y yo, que no creo ni he creído nunca en la suerte, pienso que algo ha pasado para que se rompa la casi eterna mala racha.
No diré que Mel ha logrado cambiar la dinámica con tan sólo dos entrenamientos, pero la realidad es que en Las Palmas se vio a un equipo ordenado, que no hizo grandes ni muchas cosas, pero que las que hizo las hizo moderadamente bien, con un grado de rigor que no se había visto en muchas ocasiones, con criterio defensivo en el medio campo, con sacrificio de prácticamente todos los efectivos y, también hay que reconocerlo, con un portero que salvó a la UDA de salir goleado, que también hay que reconocerlo.
Ahora la gran incógnita es saber si esto va a tener algún tipo de continuidad, porque pensar en un Almería con tres o cuatro victorias a final de temporada y que logre salir del ‘farolillo rojo’ es una idea que casi ni contemplábamos hasta hace una semana, aunque como dice el ‘míster’, ello no vaya a servir clasificatoriamente para nada.
