VÍDEO BLOG #Minuto92: Ahora se quejan de que a Vinicius se le insulta; del resto no han dicho nunca absolutamente nada, por Víctor J. Hernández Bru.
La idiotización generalizada que sufre a pasos agigantados esta sociedad sometida a los dictados de las redes sociales, a la precariedad intelectual, a la disminución de la lectura hasta cotas vergonzantes y a la condena de la meritocracia y su sustitución por la cultura del gandul a las tres está alcanzando cotas verdaderamente preocupantes.
Cualquier boutade expresada por un influencer o en determinado medio de comunicación es adoptada de manera inmediata por aquellos que se ven favorecidos por la misma en sus colores políticos, sociales o futbolísticos, sin intervención alguna de ningún tipo de lógica.
El mundo del deporte, pero sobre todo el del fútbol, lleva desde que nació impregnado de gran componente violento, muy acentuado en función del país o la región de que se trate, pero bastante generalizado en determinadas cotas.
El insulto se ha convertido, insisto, desde siempre, en un ‘comodity’ usado con total naturalidad, no ya solo en los recintos del deporte profesional, y siempre añado, sobre todo del fútbol, sino visto ya también con naturalidad en los espacios del deporte de cantera.
Los árbitros y los contrarios han asumido ya, vuelvo a repetir que prácticamente desde siempre, que sus madres se conviertan de manera permanentes en protagonistas del espectáculo.
Y es cierto que se han tomado medidas, desde luego tímidas, sin duda insuficiente, obviamente ineficaces, para aminorar esta tendencia; como también creo que es verdad que en determinados ámbitos se ha conseguido rebajar el tono, sobre todo por la vía de la concienciación.
Y en todo esto ha irrumpido el fenómeno Vinicius, al que algunos energúmenos han proferido ya en muchas ocasiones insultos racistas. Vaya por delante que el racismo me parece uno de los comportamientos que con más claridad refleja la imbecilidad, porque prestar atención a la raza de una persona para establecer cualquier tipo de juicio solo puede ser propio de verdaderos estúpidos.
También he de decir que no entiendo por qué se ha establecido que un insulto racista es peor que cualquier otro insulto. Llamar a una persona mono o negro retrata mucho más al insultador que al insultado, pero no creo que sea más grave que llamarlo ‘hijo de puta’. Luego están los que insultan llamando ‘maricón’, término que lo primero que habría que ver es por qué demonios es usado como insulto. Repito: mucho más elocuente sobre el nivel intelectual del que insulta que del que es insultado.
Vinicius, que no es ejemplo de nada sino más bien un niñato consentido con un enfermizo afán de protagonismo y una chulería que debería ser mucho más castigada de lo que lo es, tiene todo el derecho del mundo a no ser insultado, ni bajo términos racistas ni de ningún otro tipo.
El problema es que observo con nitidez una corriente que ahora pone grito en el cielo porque se insulta a Vinicius y que antes jamás se habían percatado de las barbaridades que se dicen en los campos desde hace décadas. De hecho, el otro día escuché en esta emisora a alguien quejarse de que no se hubiera parado un partido debido a los insultos al jugador del Real Madrid. Sinceramente, hay que tener muy poca vergüenza para pronunciarse en ese sentido, cuando hasta ahora no se había advertido nada de los disparates que a diario se escuchan en los recintos. Lo dicho, el nivelito que estamos alcanzando en este país da para reflexionar… o para salir corriendo.
