Es verdad que nos hemos tirado toda la temporada en Radio Marca señalando a la dirección deportiva, a la propiedad, al gerente, una falta de planificación y una confección del equipo muy pero muy deficiente, de hecho, al final los resultados son los que cuentan y ahí estamos, en el fondo de la tabla y con muy malas sensaciones.
Siempre hemos dicho que los jugadores no son responsables de que se haya confeccionado mal un equipo para mantenerse en Primera División, pero yo sí que este fin de semana me he quedado con una sensación que no me ha gustado. Viniendo del primer partido que ganas esta temporada, incluso fuera de casa, siendo un resultado inesperado, no siendo el mejor partido de la temporada, pero teniendo la fortuna de conseguir los tres puntos, un entrenador nuevo, tres días de descanso, lo cual se había comprometido el técnico con los jugadores… no me parece de recibo el que a los ochos minutos vayas perdiendo 0-2 contra un equipo, el Osasuna, que la semana anterior había comunicado su entrenador que no seguía, un entrenador que le ha dado bastante resultado, que prácticamente está salvado, sin el prácticamente, y al que solo le queda el objetivo de mejorar en la tabla, un objetivo que no es muy distinto al del Almería.
La imagen de no competir, de esos errores, de esa falta de ambición, eso sí es verdad que me dejó un poco frío, y por eso creo que el equipo está sin alma.