VÍDEO BLOG #Minuto92: Sadiq, Isak, El Bilal, Al-Rumayyan y Turki… o algunas milongas aún no suficientemente aclaradas, por Víctor J. Hernández Bru.
Tal y como se me ha escapado ya en la radio, me encuentro preparando un trabajo de investigación y documentación sobre la figura de Turki Al-Sheikh, su llegada a Almería, estos cinco años de UD Almería y sus relaciones tanto en el mundo del deporte como en la política de su país y la geopolítica internacional.
Y ya en los primeros compases de la investigación han empezado a salir a la palestra algunos datos mucho más que interesantes y que avalan algunas informaciones que desde Radio Marca Almería y esRadio Almería hemos sido los únicos en contar, en diferentes momentos de este tan intenso lustro.
No es difícil llegar a la conclusión, leyendo e investigando un poco, de que Turki forma parte de una cuidada y ambiciosa estrategia de utilización del deporte para promocionar el régimen teocrático y totalitario de Arabia Saudí, de blanquear su profunda lejanía con respecto a los más básicos derechos y libertades humanas metiendo dinero de los petrodólares a paladas en el deporte profesional internacional.
Es el fútbol, pero también es el automovilismo y el motociclismo, es el ciclismo y, por supuesto, entre otras cosas, es el boxeo, el deporte que Turki ha confesado como su favorito, que son utilizados para que las masas perciban a estos señores árabes como grandes benefactores que inyectan dinero por un tubo para que los demás mortales disfrutemos de grandes espectáculos deportivos.
Pues bien, tirando un poco del hilo, aparecen personajes francamente fascinantes, como por ejemplo Yasir Al-Rumayyan, uno de los grandes pilares sobre los que descansa la gestión económica de Arabia Saudí. Empresario de 53 años, es gobernador del PIF (Fondo de Inversión Público y soberano del país), presidente de la empresa petrolera Saudi Aramco, la mayor productora de elementos relacionados con el petróleo en el mundo durante años; y gran impulsor de inversiones como la entrada, con millones de petrodólares, en la empresa Uber en 2016 o la compra del club inglés Newcastle en 2021.
Precisamente, en el verano de 2023, el Newcastle se hacía con los servicios de Alexander Isak, delantero que había dado un nivel más que correcto en la Real Sociedad, aunque ni mucho menos había sido una de las estrellas de la liga. El club inglés pagó 70 millones de euros por el nórdico, gracias a los dineros procedentes del petróleo saudí, gestionado por su propio dueño, el mencionado Yasir Al-Rumayyan.
Éste es uno de los grandes nombres de esa estrategia de promoción saudí a través de grandes inversiones en el deporte, junto con el rey y su príncipe heredero, bin Salman, Yasser Al-Misehal, el ministro de Deportes, Abdulaziz bin Turki Al Faisal; y el propio Turki.
Así, la relación entre Al-Rumayyan y Turki es estrechísima, directa. Es por eso que el propio Al-Rumayyan se encargó de exigir a la Real Sociedad que, de los 70 millones de ese traspaso, 20 fueran destinados a comprarle a Sadiq al Almería, meses después de que su CEO, El Assy, me confesara en un céntrico restaurante que estaban locos por venderlo, dados sus problemas personales.
La UDA no logró, entre enero y junio, desprenderse del jugador, pero el ‘tito’ Al-Rumayyan vino al rescate con sus petrodólares. De lo contrario, nadie habría pagado esos 20 millones por un jugador al que, tras una temporada lesionado y otra sano, ahora la Real le busca salida que, curiosamente, podría ser Arabia Saudí. Supongo que ahora algunos entenderán por qué nunca me creí esos 20 millones de traspaso y, mucho menos, los 40 con los que la UDA mintió un año después, para justificar la venta de un El Bilal Touré que apenas había jugado 15 partidos y que ahora lleva la friolera de cero como titular en su destino, el italiano Atalanta.
